En las últimas semanas he estado leyendo varias novelas cortas, algunas consideradas clásicos, y no me resistía a hablaros de ellas y recomendarlas. Puede que, en una primera lectura, tuviera la sensación de que me faltaba algo. Sin embargo, se trata de ese tipo de obras que dejan un poso del que cuesta desprenderse y, sin darte cuenta, te encuentras de nuevo hojeando sus páginas, leyendo párrafos y sintiendo la sensación de calidez y la poesía implícitas, de la que ya disfrutabas durante la lectura.
MARGUERITE DURAS
El amante
Mitad novela, mitad relato autobiográfico. En El amante, Marguerite Duras habla de sus primeros años en la Indochina francesa, de la difícil relación con su madre y sus dos hermanos, de las carencias económicas y emocionales. Una infancia y adolescencia marcada por la violencia, la falta de comunicación y amor entre los miembros de su familia. Son apenas unas pinceladas, pero suficientes para que nos hagamos una idea.
El título tiene que ver con el otro gran tema que se toca en la obra: la relación amorosa de una chica menor de edad, de raza blanca, con el hijo de un poderoso comerciante chino y que tiene diez años más que ella. Mantendrán esa relación oculta, no solo porque ella es menor, también por su diferencia racial y de clase. Un amor imposible, también con tintes autobiográficos.
Esta novela corta no deja indiferente, es caótica, es dura y a la vez poética. Demasiada información en tan pocas páginas.
Y absolutamente recomendable.
Hiroshima, mon amour
Marguerite Duras contribuyó al guion de la película del mismo título que dirigió Alain Resnais. El telón de fondo es Hiroshima, las consecuencias de la bomba atómica. La historia se inicia en 1957, transcurridos doce años desde el lanzamiento de la bomba. Una francesa y un japonés -ella es una actriz que se encuentra rodando una película sobre la Paz y él un arquitecto al que no le falta trabajo en Hiroshima-, ambos casados y con hijos, mantienen una relación de apenas un día que les afectará sin remedio. Ella irá desvelando a su amante su pasado en Nevers, el rastro de un amor que la dejó marcada poco antes de que cayera "Little boy".
La edición de Hiroshima, mon amour es el guion cinematográfico, breve, intenso y con ese punto de lirismo característico en Duras. Es esa clase de lectura plácida, tan llena de sensibilidad, pero en la que tienes que volcar toda tu atención y que te acaba tocando.
Tendrá en los próximos días un hueco en la sección de fragmentos.
FRANÇOISE SAGAN
Buenos días, tristeza
Fue M. Ángeles, administradora de Un reto y libros, quien me puso tras la pista de esta novela corta.
Mucho se puede decir de ella: es un ejemplo de que menos, es más, de que no importa la edad de una escritora si hay talento (Sagan la publicó a los diecinueve años) y de que existen protagonistas a los que odias o amas... y luego está Cécile.
A sus diecisiete años, tiene previsto pasar las vacaciones de verano junto a su padre, viudo, y la última amante de éste, Elsa. Sin embargo, la aparición de Anne, una antigua amiga de su madre, pondrá patas arriba sus planes.
Buenos días, tristeza es un retrato de época y de la clase alta, frívola y licenciosa. Es adentrarse en los pensamientos de una chica que manipula y utiliza todo lo que tiene a su alcance para conseguir sus propósitos, y que a la vez reflexiona sobre la idoneidad de hacerlo y luchar contra sus propios remordimientos. El lector es incapaz de mantener los sentimientos a raya mientras es testigo de lo que va ocurriendo.
Quería hablaros también de Irène Némirovsky, y un par de sus novelas cortas, pero creo que merece un lugar aparte, una entrada especial.
Ojalá os animéis a descubrir estas obras, si no lo habéis hecho ya. Después, contadme qué os han hecho sentir.
Reconozco esa sensación de la que hablabas al principio. Me ha pasado más de una vez con esas novelas que lees con muchas ganas (esperando algo grande) y a veces, al terminarlas, no puedes evitar preguntarte: ¿ya está? Y sin embargo, es al pasar el tiempo cuando te descubres repensándolas, recuperando escenas y fragmentos. Creo que esa capacidad de dejarnos huella es lo que hace que unas pocas obras se conviertan en clásicos, como estas. El amante es una de esas novelas que en su momento me admiraron estéticamente y me desarmaron éticamente, y de Buenos días, tristeza me quedo además del egoísmo adolescente y temerario de Cecile, con ese retrato tan poco complaciente y tan ajustado del dolce far niente... Hiroshima, mon amour es uno de esos eternos pendientes. Me alegra mucho que las hayas disfrutado y me gusta comprobar que son historias que siguen tan vivas como cuando se escribieron. Eso también dice mucho de ellas. ¡Gracias por recordstlas!
ResponderEliminarEs tal y como dices Marisa. Lo terminas y dices ¿ya está?... pero luego lo hojeas y ves el detalle aquí y allá.
EliminarHiroshima, mon amour... es muy especial. Hay que leerla hasta el final, es la parte que más me ha gustado, la que tiene más matices y muestra más detalles sobre lo que hay detrás de la historia.
Y solo para que te enganches de mala manera te dejo esto:
http://mvod.lvlt.rtve.es/resources/TE_VIDEODR/mp3/5/3/1394220717635.mp3
¡Gracias por descubrirme estas lecturas! (El amante lo busqué después de leer la biografía de Duras y de tu fragmento en IG).
Besos.
Ayyy con Duras tengo yo una especie de amor-odio extraño... Leí El Parque el año pasado y aunque me gustó su estilo, la historia no me llegó y me dejó en un estado raruno
ResponderEliminarEl Amante sí que me lo han recomendado mucho pero me da perecilla volver a ella la verdad... Ahora te leo a tí y me transmites sensaciones que me hacen replantearme retomar a la autora ...aiiins pero qué peligro tienes! y encima espero con ansia tu entrada "fragmentos" porque ahí presiento que me vas a vender esta historia muy requetebien xD
El de Sagan es otro de esos en pendientes que espero no pase mucho tiempo en leerlo.
Como siempre una delicia pasar por aquí Lidia!! Me ha sabido a poco ^^
Un bsote!
Hola, Ani
EliminarPienso como tú, Duras no creo que pueda compararse a nada que haya leído hasta el momento y por eso lo mismo puede encantarte que no despertarte ningún sentimiento.
El de Sagan se lee en un rato, tiene esa narrativa pausa y a la vez te hace estar muy pendiente de los detalles. A ver qué te parece cuando la leas.
Y como he hecho con Marisa... te voy a pasar el enlace de Videodrome de Hiroshima, mon amour... y entonces, ya verás las ganas que te van a dar de leerla y ver la película.
Gracias por pasarte, Ani. :)
Un beso enorme.
Ay, ay, cómo me convences siempre :P Eres una de las pocas personas que me anima a probar cosas nuevas y distintas, y de las pocas de las que me fío, debo decir. Me apunto Marguerite Duras, pero de todos estos empezaré con el de Sagan, que me lo acabo de traer de la biblioteca. Entre tú y M. Ángeles habéis hecho que me pique la curiosidad.
ResponderEliminar¡Un besazo, Lidia!
Me encanta convencerte. Y sí, yo creo que hay que probar cosas nuevas. Hay tan buena literatura que se queda sepultada entre todas las novedades que para mí ha llegado el tiempo de darles su sitio.
EliminarYa nos contarás qué tal con todas esas nuevas lecturas que te has traído.
¡Un beso enorme!
Hola!!!
ResponderEliminarEl amante lo leí, pero hace tanto tiempo que ya ni me acuerdo, así que poco puedo decir sobre él
Quizás debería desempolvarla ... necesito otra vida!!!
Un besote
Ay, Pepa, estamos todos en esa tesitura... Imposible tener una vida y además poder leer y releer lo que quisiéramos. Pero no será porque no lo intentamos :)
EliminarUn beso.
Hola Lidia!!
ResponderEliminarCada vez me sorprendes más con tus lecturas, ojo, que no es una crítica, al contrario, te estoy alabando, porque si bien quiero salir de mi zona de confort, tengo que reconocer que me cuesta salir y mucho, que después una vez estoy metida de lleno en la historia me digo que porque no lo habré leído antes, pero soy así, por eso es de admirar que quieras hacerle un hueco a estas lecturas que como tú dices te dejan un poso días después de haberlas leído, entiendo esa sensación y cuando pasa es reconfortante. No he leído nada de Duras pero tú hablas maravillas de ella y de Sagan, María Ángeles ya nos dejó con la miel en los labios y ahora tú, pues no me queda más que darle una oportunidad ;)
Con ganas de que traigas esa entrada de Irène Némirosky, de la que no he leído nada pero tan buena crítica tiene. Y esos fragmentos que ya pusiste un adelanto en IG, creo que no me equivoco, me apetece mucho que nos los enseñes :)
Un beso!!
¡Hola, Elena!
EliminarPues un poco como he hablado alguna vez contigo y con Carol, me he llegado a sentir un poco esclava de tanta novedad y tanta romántica que no me aportaba nada nuevo. Así que era mi momento de cambiar, de género y a la vez de conocer a los clásicos.
Duras no es una lectura fácil, pero sí que me ha generado mucho sentimiento, de ahí que la recomiende. Creo que, el hecho de que sean lecturas cortas, también consigue mayor efecto.
Irène se está convirtiendo en una autora muy especial, así que espero hacer una entrada a la altura, y todavía falta :)
Y, sí, los fragmentos de IG eran un adelanto ;)
Un beso enorme, Elena.
Me apunto lo dos primeros, me han gustado muchísimo los argumentos como tus impresiones. La verdad que animas a leer novelas nuevas.
ResponderEliminarÚltimamente me estoy animando con novelas más cortitas, hay veces que con tan poco tiempo apetece algo más corto pero no con ello menos intenso.
Un saludo!
Hola, Dácil.
EliminarA ver a ti que te parecen. Creo que podrían gustarte, sobre todo porque estás bastante acostumbrada a leer novela sentimental.
Gracias por tu comentario :)
Un beso.
Se me acumulan los deberes contigo. Ayer, cuando fui a la Re-Read, miré a ver si había alguno de estos libros, pero ya hubiera sido tener mucha suerte. Los cogeré de la biblio, porque me gusta mucho lo que cuentas sobre ellos :) "La amante" sí lo tenía apuntado desde hace tiempo, pero los otros dos no.
ResponderEliminar¡Mua!