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28 de septiembre de 2016

Cuando la novela romántica se convierte en un género de segunda

Cielos de papel es, ante todo, un blog de reseñas. Llevo meses pensando en hacer esta entrada pero no quería soltar ningún discurso ni entrar en polémicas. Sin embargo, creo que ha llegado el momento de posicionarse, de dejar de callar y decir realmente lo que opino del tratamiento que tiene la romántica en este país. Pensaréis ¿por qué ahora? ¿Por afán de protagonismo?. Ni hablar. Solo existe una razón: soy una lectora que ama los libros, y que tiene debilidad por el género romántico y es imposible permanecer impasible ante la degeneración de un género que siempre ha estado mal visto. ¿Quién dice abiertamente y sin sonrojarse "yo leo romántica"?
En España son varios los elementos que soportan al género: editoriales, escritores, lectores, blogs y los diferentes eventos y presentaciones. Y sobre todos quisiera decir algo.


Cuando las editoriales eligen la cantidad en lugar de la calidad

Me pregunto qué necesidad hay cada mes de tener cientos de novedades. Diréis que soy un poco ingenua, que esto es un mercado, oferta y demanda. Lo que yo pienso es que hace tiempo que esto se les ha ido a las editoriales de las manos. En mi mundo ideal me gustaría que una editorial cuidara sus publicaciones: portadas, traducciones, correcciones, distribución. Todo. No es el caso.
Cada vez resulta más difícil encontrar un libro bien corregido, ahí es donde más me duele. O cuando, intentando captar a un mayor número de lectores, nos confunden con la sinopsis, la portada o con el subgénero. Quizá piensen que hay lectores que son capaces de tragar con todo. No es mi caso. Y no, no perdono fácilmente a una editorial que no cuida y mima su trabajo o que toma por tonto al consumidor final. 

Cuando los blogs literarios creen que lo importante son ellos y no los libros

Pensaréis ¿cómo puede decir eso? Lo digo y sé que traerá polémica. En mi mundo ideal se supone que un blog literario recomienda, publicita, da su opinión sincera. Pero en realidad, no es así en la mayoría de los casos. He visto opiniones infladas y poco sinceras porque el libro lo ha cedido la editorial, he visto crecer a la velocidad del rayo a blogs completamente infumables mediante sorteos y el manido truco del "te comento si me comentas, te sigo si me sigues", he visto blogs que no dudan en etiquetar a editoriales, escritores y demás, en busca de su momento de gloria. ¿Es lícito? Por supuesto. Pero yo no lo comparto. 
Si hay algo que me hace independiente es que Cielos de papel no colabora con editoriales ni escritores, que puedo recomendar todas aquellas novelas que quiero pero, sobre todo, que aporto algo más que una opinión: porque mis lecturas salen de mi bolsillo. 
Creo que ha llegado el momento de preguntarnos qué buscamos en un blog. Yo lo tengo claro: busco emoción y, sobre todo, reseñas bien escritas y sin faltas de ortografía en cada párrafo. No me sirve de nada un lugar en el que encuentro reseñas planas: todo está bien, los protagonistas están bien, la historia está bien... No me sirve una imagen vacía: blogs preciosos, llenos de comentarios (sobre todo "me lo apunto") pero muy vacíos de contenido. No me sirven los blogs que perdonan supuestas historias románticas que no deberían haber sido publicadas nunca como tal o con una calidad dudosa. Y no, no me sirve eso de: para gustos colores; hay cosas que no deberían recomendarse por mucho que una editorial te haya regalado el ejemplar. Quizá deberíamos dejar de lado el "ego blogger", ser más imparciales y buscar la excelencia. 
No todo son decepciones. Este ha sido el año de los descubrimientos y, aunque no tengan miles de seguidores, todavía quedan verdaderas joyas en la blogosfera que hacen que estar por aquí merezca la pena y que deberían ser más visibles.

Cuando un evento sobre literatura romántica se convierte en un espectáculo de dudoso gusto 

Vivir en Madrid me ha dado la oportunidad de acudir a varios eventos sobre literatura romántica: dos Encuentros RA, un Congreso RNR, un Congreso de romántica celebrado en Fuenlabrada y varias presentaciones de autoras de romántica. Os lo confieso: a veces, he pasado vergüenza ajena. Los encuentros de este tipo son lugares donde lectores y escritores se conocen, intercambian opiniones, se firman libros. Un planteamiento perfecto, ¿verdad?.
Pero, ¿qué ocurre cuando se organiza por gente que busca su propio crecimiento profesional? Esa misma gente a la que se le llena la boca diciendo que prácticamente son las salvadoras del género en este país.  ¿Qué ocurre cuando suben a la mesa a hablar del género algunas escritoras cuyo único mérito es conocer a la organizadora del evento? ¿Qué ocurre con aquellas escritoras y escritores con talento que no pueden permitirse asistir porque todos los gastos corren de su cuenta? Os diré lo que ocurre: la única razón que tienen los otros escritores y lectores para asistir es conocerse los unos a los otros, y todo lo demás no importa. Y sí, puede que todo el mundo hable maravillas al día siguiente, pero en petit comité hay escritores y lectores que se sienten ninguneados y parte de un circo mediático. Menos mal que, de vez en cuando, sí que se organizan encuentros más serios y mesas de debate reales: es decir, donde se habla de romántica, del estado de las publicaciones, de editoriales, del papel de los autopublicados, etc... en lugar de convertirlo en una mesa publicitaria donde se sigue la premisa del: yo he venido aquí a hablar de mi libro.
¿Queremos que se respete al género? Empecemos por organizar eventos de calidad, donde se hable de libros, escritores, editoriales, blogs y lectores en lugar de convertirlo en un espectáculo de mal gusto, o al menos, luego no nos echemos las manos a la cabeza porque dicen que parece una despedida de solteras (por el material que se reparte, por el bullicio y griterío, los comentarios sobre el físico de los protagonistas masculinos, etc...) y, en lugar de hacer autocrítica, decir que todo es por envidia.

Cuando un escritor piensa que para publicar una novela vale todo

Sé el tiempo y la dedicación que supone escribir un libro. De verdad, lo sé. Y no porque yo lo haga, sino porque tengo a gente muy cercana que lo hace, porque he tenido el privilegio de ser lectora cero y sé lo que cuesta contar una historia, corregirla, poner aquí y quitar allá hasta ponerle fin.
No voy a cargar contra los autopublicados. Voy a cargar contra los autopublicados que pretenden tomar el pelo al lector, pero también contra las editoriales que hacen lo mismo. ¿Sabéis la rabia que da ver a escritoras consagradas y/o con talento defendiendo al género con muchísima dignidad y que al mismo tiempo otras arribistas estropeen su calidad? Ni que decir tiene cuando el foco mediático se lo llevan algunas de las autoras más mediocres de este país que, sin embargo, son consideradas el mejor ejemplo por su éxito de ventas.
Me indigna ver cómo hay escritores del género que publican sin ningún tipo de filtro, sin ningún tipo de cuidado. No me vale que un autopublicado diga: "es que pagar un corrector vale dinero y no saco nada de autopublicar", ni que una editorial diga: "si después de publicar en digital pasamos a publicar  la misma obra en papel, hacemos otra corrección" ¿Cómo? ¿No se supone que cuando publicaste la obra en digital ya estaba perfecta? No me estoy inventando nada, lo prometo.
¿Hablamos de dinero? Pues entonces no vendas a precio de oro algo que está mal escrito. Porque lo hay. Faltas de ortografía, repeticiones, narraciones muy pobres, historias que se venden como eróticas cuando son pornografía o manuales de sexo sin ningún tipo de gusto, novelas con lenguaje soez y vulgar, con protagonistas que venden como ideal una relación tóxica... Eso no es escribir o publicar una novela romántica. Eso es reírse del lector. ¿Todo es culpa de los escritores o de las editoriales que los apoyan? Ni de lejos, de ahí mi siguiente punto.

Cuando un lector de romántica es capaz de perdonar absolutamente todo en beneficio de la historia

Todos vemos cada día los comentarios en amazon, goodreads y demás plataformas de venta u opinión. Puede que no esté de acuerdo con la historia que se pretende contar, pero no seré yo la que le diga a alguien: no leas esto porque la trama es horrible o los personajes son odiosos. Cada cual tiene una opinión. Lo que me sorprende es que el lector esté tan dispuesto a bajar el nivel de exigencia. Ahora es cuando pensáis ¿qué se habrá creído ésta? 
¿Os pongo ejemplos? Que Sálvame, Gran Hermano, Mujeres y hombres y viceversa, etc... sean algunos de los programas más vistos de la televisión no significa que sean buenos programas. Significa que, en este país el nivel de tolerancia es muy muy alto y que, en general, gusta la casquería.
Leo comentarios positivos sobre novelas mal escritas, con protagonistas que son ejemplo de las conductas más machistas, con una falta absoluta de calidad literaria, con lenguaje vulgar, soez y donde se recurre al chiste fácil o incluso ofensivo. ¿Sabéis lo que dicen los lectores de ellas?: "Es una historia divertida y fresca, con un lenguaje crudo, con grandes dosis de humor, ágil, sexi y sin pretensiones, ideal para una tarde de domingo". A eso lo llamo yo saber usar bien los eufemismos.
Y, ¿sabéis qué? Lo mismo que yo me he dado cuenta las editoriales también, y han visto el filón. No voy a atacar a ninguna autora, porque no se trata de eso, pero estoy segura de que todos sabéis a quienes me refiero. Los habéis leído. Son best seller y además tienen una legión de hinchas detrás dispuestos a tirarse a la yugular de cualquiera que se atreva a decir lo que hay detrás de sus supuestas obras maestras: negocio y una campaña de marketing brutal.
Así que, como lectora, exijo que un autopublicado me dé un mínimo de calidad y que una editorial apoye a escritores con talento, no a máquinas de hacer dinero.

Conclusiones

Está claro que os he presentado la peor cara del género romántico y que no deja de ser mi opinión personal pero, de verdad que me gustaría que llegara el día en que leer novela romántica en este país no sea sinónimo de leer literatura de baja calidad, de leer cualquier cosa que publica una editorial con una portada llena de corazones o de torsos de hombres desnudos, de leer folletines.
Nadie se avergüenza por leer novela negra o histórica. ¿Pueden decir lo mismo los lectores de novela romántica? ¿No ha llegado el momento de reconocer que hay mucho que arreglar y mucho que hacer para dignificar este género que tan buenos momentos nos hace pasar?

Me encantaría conocer vuestras opiniones.










21 de septiembre de 2016

Forajido - Marisa Sicilia


FORAJIDO

Marisa Sicilia

Edición digital
ASIN: B01JG8OSE0

Seleccion RNR
(2016)




Romántica histórica
(Relato)
SINOPSIS

Felicity McIntyre lleva una vida tranquila y rutinaria. Mantener limpia la casa, ayudar a quienes más lo necesitan, atender la escuela dominical, recriminar a los asiduos al saloon local que se pasen las horas muertas en la barra en lugar de estar junto a sus hijos y sus esposas...
Y es que si estás soltera, tienes treinta años y demasiado tiempo libre, y además los hombres de Carsons piensan que eres puritana, impertinente y molesta, no es que haya muchas perspectivas de que las cosas cambien, ni Felicity está dispuesta a alterar su modo de comportarse para conseguir un marido. Pero si un irlandés atractivo, peligroso y reclamado por la justicia se cruza en tu camino y pone todo tu mundo del revés, ¿qué otra cosa puedes hacer más que dejarte llevar por él?

Cualquiera que eche un vistazo al blog deducirá que tengo hacia Marisa Sicilia una admiración tanto profesional (esa especie de comunión escritor-lector que pocas veces se produce y que te lleva a seguir toda su trayectoria de una manera casi enfermiza) como personal, que no me molesto en disimular. Y digo admirar, que no fingir hacerlo, que de eso en este mundillo de editoriales, bloggers, presentaciones, congresos y demás eventos sobre literatura romántica se estila y mucho, y que es una de las razones por las que así le va al género en este país... Pero eso es otro debate.

Dicho esto, ya imaginaréis lo feliz que me hace hablaros de su última obra romántica (aunque veréis que puedo contar muy poco, lo justo para no hacer spoiler). Ya se encargaba la autora de contarnos cómo y por qué Forajido es un relato y no una novela (si queréis ver el texto completo, pinchad aquí). La explicación, en resumidas cuentas, es que formaba parte de un encargo para participar en la Antología de este año para el Encuentro RA que se celebró en febrero pero, finalmente, pasó de tener cuatro páginas que daban para poco, a unas noventa según el lector digital. Si seguís teniendo curiosidad, el mini relato que finalmente se publicó en la Antología fue Cosas rotas y podéis leerlo pinchando aquí.

Casi sin pensarlo, el Club De viaje literario organizó en un abrir y cerrar de ojos una Lectura conjunta exprés, con bastante éxito de participación, así que también podréis tener otras reseñas disponibles y contrastar opiniones. Las tenéis todas pinchando aquí



Hay algunos detalles comunes que caracterizan las novelas publicadas de esta autora hasta el momento: 1º- no repiten época, 2º- los conflictos de los personajes suelen ser personales, internos, suelen ser ellos (sus vidas, sus sentimientos, sus vivencias) los que son un "obstáculo" para la relación, 3º- no cumplen con los clichés románticos, 4º- hasta llegar al "final feliz" nos llevará por estados de ánimo muy diferentes (y no todos buenos), 5º- encontraremos más de un "giro inesperado" y 6º- hay una dosis dramática o emocional asegurada. En definitiva, yo diría que es una autora de novela romántica polifacética, capaz de escribir historias que nada tienen que ver las unas con las otras o, en otras palabras: nada se le resiste. Ni que decir tiene que muy pocas escritoras son tan solventes, considerando los riesgos.

Forajido es la muestra de que también puede escribir un relato romántico, divertido, dulce y carente de drama, situado en el Lejano Oeste. La muestra de que puede convertir a Felicity McIntyre, una chica respetable y de moral elevada en la protagonista de un auténtico flechazo junto con Tom Rafferty, un hombre huido de la justicia que la secuestra para intentar salvar su propio pellejo sin medir las consecuencias de esa acción. No solo ha conseguido mantenerme con una sonrisa en los labios, también que me crea esa relación, esa clase de amor a primera vista, instantáneo, y desprovisto de recelos y dobleces. 

No penséis que en tan pocas páginas (y en tan poco tiempo, ya que la acción transcurre en poco más de un día) solo se va a hablar de amor. Es un western romántico: hay persecuciones, escaramuzas, un sheriff obsesionado con conseguir la cabeza de Rafferty... Y todo en su justa medida para conseguir un equilibrio entre todos esos ingredientes y evitar dejarnos con la sensación de precipitación.

Porque, a veces, nos gusta leer este tipo de historias que aportan sonrisas (la manera en la que Tom se dirige a Felicity en algunas ocasiones es...), cuyas tramas secundarias están bien hiladas y donde el resto de personajes termina de enriquecerla. Eso ha sido para mí Forajido, una lectura corta y redonda que me ha dejado una sensación cálida en el corazón. 




18 de septiembre de 2016

Tal vez tú - Alice Kellen

TAL VEZ TÚ

Alice Kellen



Edición digital
ASIN: B01L488VXO
Autopublicado





Romántica Contemporánea


SINOPSIS

«Quizá la princesa no encuentre a un caballero a lomos de un corcel cuando se asome a la ventana de la torre, pero tal vez sí tropiece con un seductor chico de ojos grises el día que se atreva a dejar atrás los seguros muros del castillo».
Tras un desengaño amoroso, Elisa está decidida a retomar las riendas de su vida e ir tachando propósitos de su lista de objetivos: seguir siendo la mejor en su empleo, casarse, formar una familia, mudarse a una bonita casa a las afueras… ¿El problema? Uno pequeño, como que todavía no ha conocido al futuro padre de sus hijos; pero ella no es de las que se rinden tras un fracaso y tiene muy claro qué tipo de hombre desea a su lado. Para empezar, uno que no se parezca en nada al abogado con el que debe competir en su trabajo, ese que está poniendo a prueba toda su paciencia.
Jack Helker es tan atractivo como borde y, cuando se enfrentan en un importante caso de divorcio, saltan chispas entre ellos. A pesar de su sonrisa insolente y de que es el típico hombre que debería venir con un cartel en la frente en el que pusiese «no tocar», Elisa es incapaz de ignorar el deseo que siente cada vez que él está cerca. Y, entre rocambolescas citas, Froot Loops y noches imprevistas, empezará a reconsiderar que a veces «perder el control» también tiene sus ventajas.

¿Verdad que si leéis esta sinopsis pensáis "otra comedia romántica como las de siempre"? Al menos a mí me pasó. Aun así, estaba deseando leer lo último en romántica adulta de Alice Kellen, porque sí, puedes pensar que va a ser una novela llena de clichés y escenas que ya casi están pasando en tu cabeza, diálogos incluidos, pero no; porque no todo depende de una portada o de una sinopsis sino de lo que confíes en un autor. Y yo confiaba en Alice Kellen y su capacidad para sorprenderme, como ya lo hizo con la primera novela de esta serie: Otra vez tú. Eso sí, se pueden leer de manera independiente. Lo único que las vincula es que Elisa es amiga de Emma, la protagonista de Otra vez tú.

Elisa está a punto de cumplir los treinta, es una buena abogada, es independiente y su ex prometido se encargó de acabar con ese brillante futuro familiar que tanto quería. Pero no se rinde, sigue creyendo que existe el hombre perfecto, aquel que podrá proporcionarle esa vida que ella tiene planificada. 
Su jefe le encarga un caso de divorcio, tiene que representar a la esposa, mientras que Jack lo hará de la otra parte. Jack, ese abogado algo engreído que no pierde la oportunidad de tirarle los trastos y hasta de intentar ayudarla a encontrar a esa pareja ideal para ella.

Para mí, el punto fuerte de la novela son los personajes y cómo evoluciona la relación que tienen. Al principio más desenfadada, muy divertida, con todos esos mensajes que se envían o con los momentos en los que comparten escena. Durante la primera parte me pareció solo eso. Una comedia romántica más, que de vez en cuando me hacía pensar en la película La cruda realidad (tampoco es que se parezcan, pero no sé, siempre pensaba en ella, y supongo que si la leéis entenderéis por qué).

Pero conforme va avanzando la relación entre ellos, aparece esa manera tan bonita de Alice Kellen para desnudar a los personajes, enseñárnoslos por dentro, ver cómo sienten y dejar que nos conquisten. Porque no tiene sentido que Jack sea tan reservado y no quiera darse la oportunidad de amar, ni que Elisa crea que el hombre perfecto está en cualquiera de sus otras citas. No tiene sentido, así que tenemos que esperar a que nos lo cuenten, a que detrás de todas esas bromas, mensajes, conversaciones, y sexo, se muestren tal y como son. Puede que los personajes secundarios tengan que darle un empujoncito.

"—Ahora te toca a ti, Jack.
—¿Qué quieres saber?
Estiró las piernas bajo la mesa y rozó las mías.
—Lo que te ocurrió —susurré.
—Supongo que lo mismo que le pasa a todo el mundo —dijo con la voz un poco rota—. Amar duele demasiado. Y a mí me dolió durante mucho tiempo."

Me he divertido, me he emocionado, me he planteado un montón de veces cómo una escritora tan joven puede plasmar tan bien los sentimientos, hacerlo de una manera tan efectiva, y cómo es posible que cambie de registro (del New Adult a la romántica adulta) con esa facilidad y dejando al lector satisfecho. Aunque yo sigo prefiriéndola en este último. Así que, si no habéis leído nada de ella hasta ahora, quizá éste sea un buen momento para hacerlo. No os defraudará.

4 de septiembre de 2016

Lecturas destacadas - Summer 2016

Los cambios de rutina, el calor, las jornadas intensivas en el trabajo, las escapadas, que los días tengan más luz y por tanto se hagan más largos... El verano suele tener ese efecto y en los blogs se traduce en forma de toma casi forzosa de vacaciones y suspensión de publicaciones hasta septiembre, a pesar de continuar con las lecturas.
En mi caso, he dejado un par de reseñas durante el último mes, pero han sido varias las novelas que han pasado por mis manos en las últimas semanas (si tenéis curiosidad, pasaros por mi Goodreads).
En esta entrada quiero destacaros dos de ellas, dejaros aquí mis impresiones e invitaros como siempre a darles una oportunidad. Se trata de El puente invisible, de Julie Orringer, de temática histórica y Open: Memorias, de Andre Agassi.


EL PUENTE INVISIBLE - Julie Orringer


SINOPSIS

París estaba esperándole, y allí el joven frecuentaría la mejor escuela de arquitectura de la época. Andras llevaba en el bolsillo una carta, sin saber aun que aquellos pocos folios le llevarían a conocer a Klara, una mujer frágil y hermosa, que miraba el mundo con ojos tristes y dirigía una escuela de ballet clásico. Tras unos meses de dudas y recelos, su historia de amor empezaba a tener cuerpo, pero ¿por qué de repente tanto pesar, tanto dolor en el rostro de Klara?, ¿por qué tanto silencio oscuro? En la Historia, en esa pesadilla hecha de cruces gamadas y alambres que marcó el siglo XX, hubo que buscar las respuestas... De la pequeña aldea húngara de Konyár a las calles de París, de la música dulce de la rue de Sevigné a los campos de concentración, de la pasión a la tortura, las distancias a veces parecen insalvables, pero las ganas de vivir y el talento tienden puentes invisibles que nos llevan allá donde la vida aún tiene sentido y el futuro nos está esperando.



La casualidad me llevó a conocer esta novela. Las impecables traducciones de Esther Roig, me hicieron buscar y consultar la lista de libros que ella misma había traducido y voilà, de pronto tenía delante la portada de El puente invisible. A partir de ese momento, todo se precipitó: leí la sinopsis, revisé reseñas sobre ella y decidí leerla. Sus más de 700 páginas no consiguieron desanimarme, ya que pocas cosas me gustan más que leer un buen libro ambientado en la II Guerra Mundial. 

A veces crees que es difícil que alguien te cuente una historia situada en esa época y pueda sorprenderte o puedas encontrar algo original en ella. Piensas que todo van a ser nazis desalmados, campos de concentración, terror, hambre y miseria. No os voy a mentir, claro que vais a encontrarlo. Pero creo que hay otros matices y tramas que convierten a esta historia en única. 

Para empezar, sus protagonistas son judíos húngaros. Hungría formó parte de las potencias del Eje, es decir, llegado el momento estuvo del lado de Alemania. En 1937, Andras Lévi se marcha a París con una beca para estudiar en la École Spéciale d´Architecture. Tiene veintidós años, ha dejado a sus dos hermanos y sus padres, apenas si tiene recursos pero sueña con ser arquitecto. Allí conoce a Claire Morgenstern, madre de una adolescente, nueve años mayor que él, profesora de ballet, independiente, hermosa y con un pasado turbio, secreto. 

—Eres joven —dijo—. Puedes amar a alguien con una vida más sencilla, ahorrarte todo esto. Estaba segura de que pensarías eso en cuanto te lo contara. Estaba segura de que yo te parecería una ruina como persona.
—Te equivocas, Klara —repuso Andras—. No cambiaría tu complejidad por la sencillez de otra mujer. ¿Lo entiendes?
Ella le miró a los ojos.
—Cuesta creerlo.

La novela está dividida en cinco partes a través de las que iremos conociendo cómo afecta el transcurso de la guerra a sus vidas y a la de quienes están cerca. Hay magníficos secundarios, necesarios e influyentes: los hermanos de Andras, sus compañeros de estudios y profesores, la familia de Claire, aquellos con los que se cruzaron cuando ya no había esperanza...

El puente invisible es una novela sobre sueños truncados, decisiones difíciles, pérdidas, encuentros y supervivencia. Un novela que abarca los años en los que se estaba fraguando la guerra hasta su finalización, pero contada por unos protagonistas que les añaden una perspectiva nueva. Una manera diferente de acercarnos a las consecuencias del conflicto en las vidas de miles de personas anónimas. 


***

OPEN: MEMORIAS - Andre Agassi



SINOPSIS

Siendo un bebé, le pusieron una raqueta de juguete en la mano. Desde entonces, Agassi no ha hecho otra cosa que golpear pelotas de tenis. Su padre, obsesionado en convertirlo en un astro del deporte, cosntruyó una máquina (el dragón) que disparaba 2.500 pelotas al día contra el pequeño Andre. Escrita por el premio Pulitzer J. R. Moehringer, Open es la semblanza a corazón abierto de André Agassi, que en estas memorias se muestra tal como es: un hombre que debió enfrentarse a las presiones de su familia, de la fama, pero que siempre conservó el valor de la amistad y un sentido altruista de la vida. En esta cautivadora autobiografía, Agassi revela, con sentido del humor y ternura, una vida definida por la contradicción entre un destino impuesto y el anhelo por complacer a quienes lo han sacrificado todo por él. 

«Odio el tenis, lo detesto con una oscura y secreta pasión, y sin embargo sigo jugando porque no tengo alternativa. Y ese abismo, esa contradicción entre lo que quiero hacer y lo que de hecho hago, es la esencia de mi vida.» Andre Agassi


Leer Open: Memorias ha sido todo un descubrimiento y una contradicción porque no me atrae leer biografías y porque no soy una entusiasta del tenis y, sin embargo, ha sido una de mis mejores lecturas del verano. 

Tengo ciertas dudas sobre la autoría del libro. Son las memorias de Andre Agassi, están escritas en primera persona y él es quien aparece en la portada, no J. R. Moehringer (conocido por haber escrito sus propias memorias en El bar de las grandes esperanzas y ser premio Pulitzer). Sin embargo, en la sinopsis y en los agradecimientos parece que es Moehringer el verdadero artífice del libro. Sea como sea, ese es el mayor mérito de las memorias: su estilo directo, ágil, hipnótico. 

Andre Agassi muestra su vida personal y profesional con una sinceridad apabullante. No duda en expresar su opinión sobre todas aquellas personas que han influido -para bien o para mal- en su vida. Y lo hace sin recurrir a seudónimos. A veces, incluso, puedes toparte con alguna fotografía.

La primera parte, en la que habla de su infancia y adolescencia me ha parecido sobrecogedora. No sabía nada de él. Desconocía que había sido su padre quién le obligó a convertirse en tenista profesional, que estuvo casado con Brooke Shields y que su actual esposa es Steffi Graf. Pensaréis que, bueno, si quería saberlo bien podría haber recurrido a Wikipedia y listo. Os aseguro que no habría tenido ninguna gracia. Me habría perdido párrafos como este:

Le hablo de mi padre. Le hablo de los gritos, de la presión, de la rabia, del abandono. J. P. me mira con una expresión curiosa en el rostro. ¿Te das cuenta, verdad, de que Dios no se parece en nada a tu padre? Eso lo sabes, ¿verdad?
Estoy a punto de llevar el coche al arcén.
Dios, dice, es lo contrario de tu padre. Dios no está siempre enfadado contigo. Dios no te grita al oído, no te mortifica con tus imperfecciones. Esa voz que oyes continuamente, esa voz airada… Ése no es Dios. Ése sigue siendo tu padre.
Me vuelvo hacia él.
¿Puedes hacerme un favor? Repíteme eso.

Tampoco habría conocido su obsesión con su pelo. Sí, con su pelo. Esas partes han sido bastante divertidas. Y luego están las relaciones con sus entrenadores, con sus amigos, con sus rivales en las diversas competiciones, con su preparador físico y "padre postizo",

¿Y no estarías más contento en una fiesta? ¿Con amigos?
Estoy exactamente donde quiero estar.
Dejo de montar el juguete que tengo en la mano en ese momento y miro fijamente a Gil. Le digo que mi vida no me ha pertenecido ni un solo día. Mi vida siempre le ha pertenecido a otros. Primero, a mi padre. Después, a Nick. Y siempre, siempre, al tenis. Ni siquiera mi cuerpo me ha pertenecido hasta que he conocido a Gil, que está haciendo lo que se supone que hacen los padres: convertirme en una persona más fuerte.
Así que estando aquí, Gil, contigo y con tu familia, siento por primera vez en mi vida que estoy en el lugar al que pertenezco.
No hace falta que me digas nada más. No volveré a preguntártelo. Feliz Navidad, hijo.

Porque Open: Memorias es tenis, es asistir a muchos de sus partidos y vivirlos como él lo hizo. Es dejar de leer para correr al ordenador y entrar en el canal de Youtube, a ver si por casualidad hay imágenes del partido que nos acaba de contar.

Ahora que he ganado un Grand Slam, sé algo que se permite saber a pocas personas en este mundo: las victorias no nos hacen sentir tan bien como mal nos hacen sentir las derrotas, y las buenas sensaciones no duran tanto como las malas. Con gran diferencia.

No me digáis que no os apetece darle una oportunidad.