Es curioso todo lo que son capaces de provocarnos las redes sociales y, por extensión, la gente que está detrás de ellas.
Cuando comencé con el blog me parecieron muy necesarias: para presentarte, para conocer a otra gente con los mismos intereses... Hice el perfil de Facebook, descubrí Goodreads, luego vino lo de conocer en persona a autoras y lectoras en presentaciones y demás eventos, y lo último ha sido abrir la cuenta en Instagram.
Lo que he aprendido es lo siguiente:
- No puedes creerte en poder de la razón o pensar que solo tus razones son válidas. Básicamente porque a nadie le gusta que le den lecciones de nada. Hace un par de días vi una frase genial y pensé que, al defender una idea, había empezado a convertirme en eso que despreciaba.
- No deberíamos vernos obligados a seguir o leer a quienes no queremos. Y, puesto que en todas las relaciones deberíamos de contar con cierta reciprocidad, tampoco nadie debería de usar las redes para airear su vida, para darte información que no necesitas, para intentar solucionar sus problemas de autoestima. Todos tenemos días malos y buenos. ¿Es necesario contarlo, esperar la respuesta de tus contactos? ¿Es necesario poner en ese compromiso a esos mismos contactos? ¿Sois de los que pensáis que una persona que continuamente muestra al mundo su felicidad y su vida lo es realmente? Ni que decir tiene de los autores que tienen un perfil profesional y personal y lo mismo hoy te consideran necesario pero mañana no les interesas. Le pasa a todo el mundo, así que ya cuento con mi papel de contacto prescindible, pero al que se le puede bombardear con spam. No me quejo, solo constato un hecho. Si no me gusta ya sé lo que hay que hacer.
- Cada cual debería librar sus propias batallas. Lo he aprendido tarde. Muchas veces me he encontrado defendiendo algo que me parecía justo y, cinco minutos después, te das cuenta de que por muy de acuerdo que puedan estar contigo, el sistema va a seguir funcionando igual. Porque interesa. Al final, los escritores acabarán cediendo encantados a lo que yo considero chantaje, las editoriales seguirán con su política de reparto indiscriminado de ejemplares de cortesía, los nuevos bloggers sin talento seguirán creciendo al amparo de escritores y editoriales. La verdad, viendo los comentarios de ciertos autores y editoriales (community managers) a sus "seguidores" o "bloggers" he pensado que sí, que a lo mejor tienen lo que merecen. Cuesta aceptarlo, pero cuando sientes que lo ves tan claro solo resta tomar medidas: dejar de leer según que cosas, dejar de seguir a cierta gente, usar el botón de ocultar notificaciones sin pudor, no hacerle el trabajo sucio a nadie y, sobre todo, mantenerte fiel a lo que crees y quieres. En realidad, si no estás dentro del sistema, no estás. Pero yo prefiero el aislamiento de lo auténtico. Y hay mucha gente auténtica, solo tienes que dar con ella.
- Como blogger, más tarde o más temprano (incluso desde el minuto uno) serás invisible, insignificante, inútil para la mayoría. Eso solo me ha hecho más libre. Para publicar cuándo, cómo y lo que quiero. También para carecer de expectativas. El blog es público pero... ¿no es algo que hacemos para nosotros mismos? Al menos en mi caso. No quiero verme obligada a hacer lo que no quiero, a reseñar algo que no me llena o que no me ha gustado, a programar entradas, a hacerle publicidad a autores buscando el número de visitas o caerles en gracia, a comentar en blogs que no leo ni me gustan solo para conseguir el comentario de vuelta.
Tomar conciencia de todo esto me ha llevado un tiempo y también un período de adaptación. A veces, incluso piensas en lo mucho que disfrutabas cuando eras una simple lectora y estabas fuera de todo. Pero tampoco es justo, porque entonces, no conocería a mucha gente que hace este camino mucho más fascinante y tampoco tendría la oportunidad de expresarme con tanta libertad.
Llegado el momento una debe decidir qué camino tomar e incluso plantearse abandonar la senda. Yo elijo leer. Leer lo que me gusta y compartirlo. No seguir a quien no quiero. No verme obligada a comentar a quien no deseo, ni aquí, ni en Facebook, ni en Instagram, solo porque es lo que se espera. Hay personas que no entienden el sentido de la palabra privacidad o silencio. Hay personas que buscan la notoriedad a costa de otros, la fotografía del instante para poder enseñarlo, convertir sus momentos en un escaparate, gratuitamente. Normalmente, serán las personas que triunfen. La visibilidad es un bien muy preciado en este mundo donde solo existes si te ven.
Yo elijo escribir, no hay diferencia entre escritor y blogger, vamos por carriles distintos de la misma autopista porque me gusta que me lean y a ti te gusta que lean lo que lees ;) somos invisibles para la mayoría, pero lo importante es quiénes y no cuántos. A mí me da igual que mis entradas no tengan comentarios y que venda 20 libros al año, seguiré haciendo lo que me gusta y no es vender ni hacerme famosa: es escribir y que personas como tú o nuestra querida Marisa Sicilia disfruten con lo que hago y me hagan disfrutar con lo que hacen.
ResponderEliminarSi merece la pena este mundillo es por la gente que no sabía que necesitaba en mi mundo y que ahora son IMPRESCINDIBLES, para lo demás mastercard ;)
Un abrazo muy fuerte
Mara, siempre que te leo pienso: ¿por qué en el mundo no habrá más gente como esta? Supongo que por eso destacas más, porque tienes un millón de cosas que te hacen única.
EliminarSi alguien es un ejemplo de superación, ese eres tú. Y, sí, lo que merece la pena de todo esto es la gente que vas encontrando por el camino.
Un beso enorme, Mara.
PD: Te escapaste por un minuto de la firma de Marisa (de hecho, te vi de lejos). Tenemos que conseguir vernos y charlar sin pantallas.
Hola Lidia!
ResponderEliminarMe siento aludida por tu entrada jajaja yo soy de las que comparto todo, ya lo has podido ver en mis redes sociales (espero que no ser una de las que dejes de seguir jejeje). Desde luego que no siempre estoy feliz, pero los momentos de tristeza me los guardo para mí. No sé por qué siento pudor de enseñarlos, no me importa mostrar mis momentos, pero los malos los siento como algo íntimo. Creo que no los comparto con nadie, mis momentos malos prefiero pasarlos a solos, como mucho quedo con alguien para ir a tomar un café pero nunca hablo de ello, hablamos de todo menos de lo que me entristece. Cuando vuelvo a casa lo hago como nueva, como si las tristezas las hubiera dejado en la taza de café.
A veces me desanimo al ver entradas sin comentarios, pienso tanto trabajo para nada, pero el bajon me dura poco, recuerdo que escribo en el blog porque me gusta a mi y punto.Si me leen, perfecto; si me comentan, perfecto y si no, no pasa nada.
Y por último, lo que comentas sobre que cada uno elige la imagen que quiere mostrar... supongo que yo quiero mostrar una alegre y positiva, y guardarme los momentos malos para mí.
Una vez más has escrito una entrada que hace reflexionar.
Besos
¡Hola, Sonia!
EliminarSiempre me pasa, cuando hago una entrada así, que espero que no se dé por aludido quien no debe (los que deben, nunca lo hacen). Y supongo que tenía que pasar, y es tu caso. Creo que podemos compartir los momentos que nos hacen felices y, como soy curiosa, siempre me encanta la gente que comparte cosas nuevas. A lo que yo me refiero es a "radiar tu vida" o convertir en extraordinario algo que no lo es (desde ir a la compra, tomar un helado, ver la tele... TO-DO). Y luego está la trampa de las redes que nos hacen pensar que todos los escritores son nuestros amigos. En general, no lo son. Están ahí porque tienen que ser visibles, el problema es que hay quien piensa que tiene que enseñar "lo mucho que se conocen, coinciden, charlan...". Mostrarlo todo. Y ya por último están los que son víctimas de su vida y su destino y solo saben mostrar penas. Me agotan.
Sobre lo que dices de los comentarios: yo también lo pienso. En tu caso, me refiero. A veces vuelvo a releer una entrada tuya o a terminarla porque la he dejado a medias y me doy cuenta de que nadie ha dicho ni mu. Reconozco que cuesta ser la primera y al final, muchas veces hago lo que el resto. En cualquier caso, me sorprende cuando lo veo porque ya sabes lo que siempre digo de tus entradas: están cuidadas, están bien escritas, analizadas... Y, sin embargo, parecen invisibles. Luego vas a un blog "de moda" y te das cuenta de que parece que leen siempre el mismo libro de lo chachi que es todo. Pero es lo que hay y tenemos que tomar esa determinación: decidir que queremos hacer y ser.
Me encanta tu último párrafo: es verdad, siempre transmites esa imagen (y ya te he dicho alguna vez que me fascina la cantidad de eventos, exposiciones y demás a los que asistes y que me parecen muy interesantes y una muestra de tu curiosidad). No se te ocurra cambiar.
Un beso y gracias por tu comentario y tu sinceridad.
Y yo elijo leerte porque tu franqueza es un soplo de aire fresco y de esperanza (en la gente como tú)
ResponderEliminarGracias, Ana :)
EliminarHola, Lidia.
ResponderEliminarDe nuevo una entrada que nos hace reflexionar.
Valoro tu sinceridad y admiro que hagas de ella tu bandera y que no tengas reparos en decir, que vas a leer aquello de lo que disfrutas y que dejarás de hacerlo por el puro compromiso de una amistad.
Es sensato.
Por otra parte, también valoro a la gente discreta que no hace un circo con su vida en las redes sociales, sobre todo si usa su perfil de forma pública y privada. Yo también me canso de aquellos que solo publicitan, solo se quejan y/o solo cuentan lo bien que les va. La mayoría de las redes tienen medios para autoprotegerte (desactivando notificaciones, dejando de seguir a según quienes...), pero eso tú ya lo sabes.
Y si abandonas la senda, pues sí, eres invisible y es frustrante ver que nadie te lee, nadie te sigue, nadie comenta... Pero, como tú, yo también lo prefiero así. Al menos quien lo hace es porque es de verdad.
Un abrazo.
Hola, Cris.
Eliminar¿Cuántas veces lo hemos comentado? Incontables. Supongo que si la gente no pone el límite, tiene que hacerlo uno mismo.
Ser invisible te proporciona más libertad y eso, es impagable. Y también, saber que quien se acerca lo hace sin dobleces (porque no podrá sacar nada de ti).
Un beso enorme.
Consecuente, honesta y hablando alto y claro. Es verdad que las redes saturan y dan una imagen distorsionada. Está claro que hay quien solo se fija en la foto y se olvida del contenido y es cierto que como se ven más, parecen más (y es muy posible que lo sean), pero me gusta tu reflexión acerca de que somos nosotros los que decidimos hasta qué punto vamos a participar de ese juego. Creo que hay que elegir bien las batallas que libramos, y algunas no merecen el tiempo ni el desgaste. Me quedo con lo que me dijiste una vez, que se trataba de mirar hacia el lado adecuado. Y yo, y estoy segura que también muchos otros, escogeremos verlo a través de tus ojos. Así que por favor, no dejes nunca de contstlo.
ResponderEliminarPD. Y tampoco podré nunca renegar del todo de las redes, porque me han traído amistades y recuerdos que no cambiaría por nada. Lo demás es ruido de fondo ;) Nos vemos en las redes, pero también fuera.
Elegir bien las batallas que libramos... Casi todo se reduce a eso. :)
EliminarEs muy difícil renegar de las redes, un poco absurdo incluso, porque de ellas siempre sacas algo bueno. Y, aparte de eso, está la gente que encuentras en el camino y como decía Mara, se vuelven imprescindibles en tu vida. Y si no imprescindibles, sí muy necesarias.
Toca levantar la cabeza y seguir caminando. ;)
Un beso.
Desde luego cuando te poner a reflexionar, te pones.
ResponderEliminarA mi es que las redes sociales me pueden (bueno, ta sabes que yo muy social, muy social no soy). En ciertas cosas me gustan, me gusta la cantidad de información que puedes encontrar si sabes seleccionar, el intercambio de datos, ideas, cosas nuevas que otros te pueden aportar y tu puedes aportar (siempre y cuando encuentres otro igual al otro lado).
Como persona curiosa, he visto ampliado el espectro y tu misma me has abierto a muchas cosas, tanto en tu blog como en conversaciones.
Pero luego está todo ese "otro lado" que comentas.
No soy de la que publica mucho su vida y cuando lo hago, soy tan egocéntrica, que es mas por un desahogo que buscando que me contesten.
Y en el blog, pues mas de lo mismo, publico lo que leo y como voy a bandazos pues es un pequeño descontrol. ¿Que me leen? inmensamente agradecida, que no pues lo siento (pero así no ven mis leismos y mis comas mal puestas que oye, no hay manera de arreglar el tema ese ni de guasa)
En fin, que ya lo hemos comentado muchas veces. Sabes que creo que lo importante es no perder la esencia de uno mismo y sentir, que cuando acabas el día no has traicionado aquello en lo que crees (y ademas, esto se supone que es por diversión, para aportar algo a nuestra alma y todo eso. Si nos machacamos con otras cosas ¿qué objetivo tiene?)
Tu céntrate en lo que te gusta, en lo que valoras y sigue adelante
Besines
Cuando me pongo a reflexionar me sale la vena del discurso... lo sé, tengo que hacérmelo mirar.
EliminarY ya te lo he dicho, qué bonita frase: sentir que cuando acabas el día no has traicionado aquello en lo que crees. Quiero aplicármela y creo que voy por ese camino, aunque no sea el más popular.
Gracias por formar parte de las cosas buenas que me han traído las redes ;)
Un besín.
Hola!!!
ResponderEliminarComo siempre me encantan tus reflexiones y, además, te las tengo que agradecer porque cuando te leo, me tomo el tiempo para planteármelas, cosa que no suelo hacer... ya sabes... la vida te devora
Y admito que peco del primero y sí, con la boca pequeña lo admito, a veces me creo en poder de la verdad jajaja. Y sé que es tan tan subjetivo todo......
No te pasa a tí también... lees reseñas buenísimas de novelas que has leído y han sido bastante malas (así, lo digo claro y algo) y NO entiendes cómo puede ser .... y lo mismo al revés, cuando lees libros geniales y la gente, por a o por b, no parece haberle encontrado dicha genialidad.
Lo intento controlar, que conste, y siempre intento actuar con todo el respeto y la educación posible (eso no hay que perderlo nunca) pero creo que todos somos un poquito vanidoso jajaja
Yo espero leerte por mucho tiempo, blogs como el tuyo son necesarios...para equiibrar un poco este mucho que cada vez es más grande
Hay que leer solo lo que nos parece interesante y, como bien dices, no dejar nunca de ser fiel a uno mismo
Un besote de los grandes
¡Hola, Pepa!
EliminarTodas caemos en el pecado de la vanidad más tarde o más temprano. Porque tenemos argumentos que consideramos indestructibles, perfectos. El otro día, de refilón, vi una publicación en la que un hombre decía que ya estaba bien de tener contactos que te decían cómo actuar, te mostraban lo muy equivocado que estabas, y demás, y que solo merecían ser bloqueados. Y al verlo, le di una vuelta y pensé en cuanto de todo eso tenía yo. Y me asusté.
Y sobre las novelas y los gustos: yo creo que siempre te has mostrado respetuosa (de más) en el blog. Puede que nos desmelenemos en Goodreads, pero en el blog creo que nadie puede acusarte de soberbia o irrespetuosa (he leído tu reseña de Meretrice, y es un clarísimo ejemplo).
Y para terminar, casi espero que el tiempo ponga a cada uno en su sitio ;)
Un beso enorme y gracias por dejar tu opinión y hacerlo con sinceridad.
Creo que todas hemos pasado por alguna etapa en la que nos hemos visto demasiado "presionadas" (para reseñar, comentar, publicar) y eso es malo, porque se pierde la esencia de aquello que tanto nos gusta, la lectura.
ResponderEliminarYo hace tiempo que he bajado el ritmo (muchísimo!) de mis publicaciones, mis reseñas e incluso mis lecturas. No quiero que una pasión se convierta en una obligación, así que estoy de acuerdo contigo en que a veces, hay que apearse del carro o como mínimo, reducir una marcha.
Fantástica reflexión, Lidia !
Besos !
¡Hola, Maribel!
EliminarTotalmente de acuerdo. No sé por qué nos empeñamos en fijarnos metas que cumplir, cuando en realidad esto no deja de ser un hobby.
Llega un momento en el que hay que bajar el ritmo porque la vida se impone y hay que disfrutar de lo que nos hace sentir bien (y leer o reseñar presionados no creo que sea el caso).
Gracias por dejar tu opinión y por el apoyo ;)
Un beso.
¿Sabes que me ha pasado esta semana? Seguro que has notado que he estado desaparecida. Me he planteado seriamente cerrar el blog definitivamente y dejar de hacer el gilipollas. Sí, siento que llevo haciendo el gilipollas todo el año, desde que empecé a ponerme negra (y de todos los colores) al ver el panorama que nos rodea. Y al final he tomado la decisión más lógica, más sensata y más pensada. Voy a hacer lo que me salga del pirri, me voy a centrar en mi blog y voy a pasar olímpicamente de lo que no me gusta. Estoy tan decepcionada con tantas cosas y con tanta gente de este mundillo...
ResponderEliminarToma el camino que quieras tomar, pero nunca jamás dejes que te quiten tu esencia, tus ganas de seguir, ni tus ganas de compartir. Sigue escribiendo y preparando tus entradas con todo el cariño, da igual que algunas sientas que pasan sin pena ni gloria, estas siendo fiel a ti misma y eso es lo más importante. Yo me he perdido un poco y me estoy encontrando.
Gracias por esta entrada, Lidia, ¿qué digo? Gracias por tantas cosas que nunca seré capaz de agradecerte todo. Gracias por compartirte (es un frase rara, pero tiene todo el sentido), a mi cada vez que me das un poco de ti me haces un regalo inmenso.
¡Mua!
Ya lo comentamos ayer. Llega un momento en el que hay que parar y plantearse realmente el por qué estás donde estás y haces lo que haces y, simplemente, eliminar lo tóxico, lo que te crea malestar.
EliminarMe encanta que no te hayas dejado vencer por lo malo, que hayas decidido "resetearte" y optar por lo que realmente te hace feliz: leer y contárnoslo, con independencia del ruido de fondo.
No sé quién tiene que agradecer más a quien...
No mires atrás, Moni, solo hacia delante. Lo mejor, siempre está por venir.
Un beso enorme.
Hola, Lidia. Como autora, son reflexiones como esta y otras tuyas las me ayudan a tomar decisiones. El bombardeo de gente que se presenta en las redes como 'the best' en marketing online y todo esto solo ha conseguido que dedique menos tiempo a escribir, y ese tiempo es sagrado. Gracias por tu honestidad. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Sonsoles.
EliminarMuchas gracias por tus palabras. Las redes y demás son "auténticos ladrones de tiempo" y muchas veces también de energías. Simplemente hay que plantarse y decidir dónde quieres invertir lo que nunca va a volver: tu tiempo.
Agradezco mucho tu comentario.
Un beso.
Tengo la sensación de que llevo años sin pasar por aquí, que no te leo desde hace siglos... Y de que me pierdo mega-entradas como esta.
ResponderEliminarQue gozada leer lo que todas pensamos.
Tu te quedas con leer, alguna con escribir, yo me quedo con sensaciones que me hacen sentir bien y que hecho de menos cuando no puedo publicar. Para mi, tener la libertad de expresarme como quiero,cuando quiero, ¡de lo que quiero!, ya es un éxito.
La rabieta por entender cómo va realmente todo el mundillo bloguer literario, no me la quita nadie. Más que enrabietada, estoy sorprendida, porque se asemeja demasiado AL RESTO: al final todo gira en torno al consumismo. Vender más y las técnicas e inventivas que creo para conseguirlo. Caiga quien caiga. Hasta el lector más lector del mundo mundial. Hasta el más auténtico. Casi todos, caerán. Lo tentaré con libros a mansalva y todos estarán a mis pies. Y así con todo... (lo siento pero está empezando en mí una especie de batalla personal contra ese gigante llamado "consumismo" y todo el que lo profesa).
Ya me he ido por las ramas...
En definitiva, que me encanta el camino que está eligiendo en cada encrucijada que se te presenta, y que estás convirtiéndote en una gran guía para el resto!!
Besazo.
Hola, M. Ángeles
Eliminar¡Es que llevas mucho tiempo desconectada! Sí, sí, ya sé que tendrás buenas razones y poco tiempo, pero es que a mí se me acaban los oasis cuando estáis tanto tiempo de publicar (incluyo a Carol).
Tener libertad... de eso se trata. En todo. Y sí, ¿quién no cae ante las novedades? Pero lo que he aprendido es a esperar... Dejar que se pase el boom y empezar a comprobar qué ocurre cuando el libro cae en manos de un lector medio... Al final lo que ha conseguido el mundo blogger es a que desconfíe... Y dices tú que te vas por las ramas...
Gracias por dejarme este comentario, como siempre lleno de ánimo y energía que yo recojo gustosa (la necesito).
Y no tardes en traernos algo. Ya sabes, lo que sea. Usa esa libertad, esa hoja en blanco que es tu blog, y cuéntanos. Estamos deseando.
Un beso.
Hola Lidia, es la primera vez que entro a tu blog y me topo con este tipo de entradas <3.
ResponderEliminarLa verdad que tus palabras tienen mucha fuerza y aunque no conozco el mundillo de los bloggers literarios, puedo reconocer ciertos gestos que dices en personas a las cuales sigo y a otras que por esos mismos detalles ya no sigo.
Ya al final he optado por la opción que me ha parecido más sincera y honesta: quedarme con las palabras y recomendaciones que se hacen en GR. Una plataforma donde también he tenido que depurar pero donde también me he atrevido a expresar mis pensamientos y mis gustos.
Entiendo que al final de la jornada lo que debe importar es disfrutar de la lectura, pero es una pena ver que algunas chicas y autoras han perdido su credibilidad y hasta su creatividad por venderse al público y buscar gustar más.
A modo personal te digo que me gustan muchísimo tus comentarios en GR, definitivamente me fío de ti y tus gustos, (aunque a veces lees unos libros que se ven tan tan profundos que hasta miedo me da de leerlos!) pero me gusta la sinceridad y autenticidad que muestras. Así que Animo!, sigue luchando por lo que quieres, crees y disfruta mientras lo haces que es lo más importante!
¡Hola, An!
EliminarEncantada de que hayas pasado por aquí y gracias por tus palabras :)
Por el momento, Goodreads me parece una de las plataformas más fiables para lectores, porque es fácil darte cuenta de quién valora un libro con más o menos sinceridad y porque si encuentras a alguien con gustos parecidos, es genial y te abre las puertas a lecturas que no considerabas.
Y sobre el resto de redes sociales, pues supongo que llega un momento en el que tienes que parar y decidir en qué y con quién quieres invertir tu tiempo.
De nuevo, gracias por tus ánimos y tus palabras.
Un beso.