Mientras escribo, suena Experience de Ludovico Einaudi, -os dejo el vídeo al final, si queréis escuchar la melodía mientras leéis-. Como dice mi querida Miss Brandon, esta es una entrada de vida. No quería hacer una reseña. No solo. Porque hay libros a los que te une una historia y quería escribirla. Tiene el sonido de Experience porque Nadina o la atracción del vacío empezó así, poco a poco, lenta pero segura, con el cuidado y compromiso que Marisa Sicilia le pone a sus novelas y también, como suele ocurrir en ellas, ese ritmo crece, aumenta, atrapa, nos hace pasar por momentos dulces y amargos hasta llegar a un final donde el camino recorrido merece la pena. Ese que te hace pensar que sí, que son posibles los finales felices.
Experience suena también en el capítulo final de la serie Sense8 y forma parte de esas #señales perfectas.
Experience suena también en el capítulo final de la serie Sense8 y forma parte de esas #señales perfectas.
Mathieu Girard es agente de los Grupos de Intervención de la Gendarmería Nacional, una unidad de élite francesa. Le gusta su trabajo y siente cierta atracción por el riesgo, que se empeña en negar y le causa problemas a la hora de mantener relaciones estables. Es responsable y reflexivo y su situación afectiva no es su prioridad. En París y en situación de alerta máxima ante la amenaza de ataques terroristas, Mathieu deberá vigilar de cerca a Dmitry Záitsev, un empresario ruso involucrado en negocios turbios que asegura que puede evitar que una letal partida de armas llegue a manos de los extremistas.
Y también conocerá a Nadina.
Todas las señales le advierten de que no debe acercarse a ella, pero, cuando amas el peligro, eso no debería importar
Nadina o la atracción del vacío cuenta la historia de amor de Mathieu y Nadina en un contexto difícil -la amenaza terrorista, las mafias y el contrabando de armas- y nos ha regalado un personaje secundario, Dmitry, oscuro, atrayente e irresistible. Marisa Sicilia bordea el género romántico, roza los límites, nos mantiene en ese punto entre la duda, la ansiedad por conocer el destino de los protagonistas, por entender y aceptar sus comportamientos y decisiones. Es una novela que habla de valientes, de malvados, del peso de hechos pasados marcados en la piel como el tatuaje de la propia Nadina -la constelación de Géminis-, de personajes atrapados en una vida de la que quieren salir, de la que esperan cambiar, ser mejores. Hay muchas y muy buenas reseñas, por eso esta entrada no pretende serlo.
Las novelas de Marisa, y ella misma, me acompañan en los buenos y los malos momentos. Me regalan algo más que un tiempo de evasión. Ha conseguido que adore a esa chica rubia de pelo corto de Grozni que busca una segunda oportunidad sin creer merecerla.
Que respete la honestidad y la integridad de ese agente francés del GIGN capaz de ser el pilar fiable en el que Nadina puede apoyarse mientras lucha sus propias batallas sola. Porque todos necesitamos tener a alguien seguro en quien confiar. Me ha enseñado las mejores vistas de París de noche, he sentido el vértigo y asumido como propio el mensaje comprometido detrás de ciertas escenas. Me ha hecho desearle algo mejor a Dmitry y querer conocer su propia historia.
Y cuando no puedes esperar nada más ni nada mejor, además, me invitó a acompañarla a la presentación (pinchad y veréis la crónica) del 15 de junio en Madrid. Sí, por muchos motivos, estoy dispuesta a cruzar todos los puentes con ella.
Que respete la honestidad y la integridad de ese agente francés del GIGN capaz de ser el pilar fiable en el que Nadina puede apoyarse mientras lucha sus propias batallas sola. Porque todos necesitamos tener a alguien seguro en quien confiar. Me ha enseñado las mejores vistas de París de noche, he sentido el vértigo y asumido como propio el mensaje comprometido detrás de ciertas escenas. Me ha hecho desearle algo mejor a Dmitry y querer conocer su propia historia.
Y cuando no puedes esperar nada más ni nada mejor, además, me invitó a acompañarla a la presentación (pinchad y veréis la crónica) del 15 de junio en Madrid. Sí, por muchos motivos, estoy dispuesta a cruzar todos los puentes con ella.
Y ocurrió tal y como lo cuenta. Y para mí fue especial como solo pueden serlo estos eventos que no esperas, como lo son todos los momentos que atesoramos, todas las charlas, las imágenes, los encuentros, las personas que un día también se cruzaron en nuestras vidas y vinieron para quedarse. Como esa frase que tanto me gusta: tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio... y coincidir. Sí, definitivamente lo creo: la fortuna favorece a los audaces.
La mayoría de las cosas bonitas que me han pasado en los últimos años han venido de la mano de Marisa Sicilia, la persona. A veces, la palabra gracias se queda muy corta. Pero también de la escritora. Nadina o la atracción del vacío ha sido una muestra más. Recuerdo a una autora decir que si alguien dudaba de la calidad de su novela por ser premiada, la leyera y juzgara por sí misma. Si dudáis porque no os parezca imparcial, leedla y juzgad vosotros mismos.
Porque Nadina no es solo una historia de amor. Nadina significa esperanza.
Justo estoy ahora leyendo esta novela así que he pasado por encima, sabiendo que para ti ha sido una muy buena lectura... y como Marisa es especial estoy convencida de que para mí también lo será
ResponderEliminarHola, Carmen
EliminarEspero que para ti también lo sea, una lectura especial, y que consiga emocionarte. Estaré atenta a tus impresiones.
Gracias por pasarte.
Hola!!
ResponderEliminarSabes que me encanta Marisa Sicilia!! Aunque yo no pude adorar a Nadine, pero creo que es una muy buena novela. si algo me gusta de ella es que siempre juega con ese doble rasero y arriesga. Por eso, me encanta, no lo puedo evitar
Deseando leer la historia de Dimitri!!!
Un besote
Hola, Pepa
EliminarSí que sé lo mucho que disfrutas con ella, incluso cómo te pone a prueba como lectora (referente) de romántica y me pasa un poco como a Marisa, estoy segura, que cuando sabemos que inicias una de sus novelas esperamos con ansia tu veredicto.
Leí tu reseña y, a pesar de tus reticencias con el personaje de Nadina(que entiendo), me pareció una de las más bonitas y completas que he leído (y también comparto tu entusiasmo por ese "momento culetazo" ;) )
Por eso quizá hable así siempre de Marisa y de sus novelas. Porque es una delicia leerla, porque es aire fresco en el panorama de la romántica actual y porque a nivel personal la quiero y la aprecio como a pocas personas.
Y lo mejor de todo es que esta vez no hemos tenido que despedirnos completamente de los personajes... ¡Yo también estoy deseando conocer lo que Marisa tiene preparado para Dmitry!
Un beso, Pepa, y gracias por pasarte.
Escucho la canción mientras te escribo, cuánta emoción y qué bien le va a Nadina, no la conocía y no la reconocí en Sense8, pero me encanta GRACIAS. Buscaré más cosas de este hombre, mmm... y de Marisa qué decir, que es ÚNICA como sus historias y que estoy deseando que se ponga con algo nuevo y a ver con qué nos sorprende, siempre sorprende, siempre arriesga, lo hablaba con ella hace poco y es así, puede que no todo el mundo entienda a sus protagonistas, pero a mí me tocan todas las fibras y de ese modo maravilloso de las grandes sinfonías: ES VIDA ENTRE PÁGINAS.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso
Hola, Mara
EliminarPor fin un huequito para contestarte. La música aparece en una de las escenas finales del capítulo (y no digo más para no spoilear ;) ) y estoy segura de que te gustarán más temas de Ludovico Einaudi.
Ya te imaginarás que estoy totalmente de acuerdo en lo que afirmas de Marisa. Y sé, además, que no hablas desde el amiguismo sino desde la más profunda admiración y cariño, porque yo lo siento igual.
Me gusta mucho eso de ser vida entre las páginas. Lo auténtico siempre se distingue y destaca, aunque a veces no se entienda o haya quien no empatice con ello.
Un gustazo tenerte por aquí. Echo de menos tus entradas, aunque me consuelo pensando que en lugar de escribir estás viviendo :)
Un beso enorme.
He dejado pasar los días para tener la excusa de volver aunque sé que no necesito excusas y siempre que leo tus entradas vuelves a emocionarme y sorprenderme (cualquiera de tus entradas, no solo las que que nos tocan de cerca). También porque sabía que no iba a encontrar las palabras, y sigo sin tenerlas. Por eso solo quiero decir que me quedo con todo, que es verdad que lo intento, pero tú siempre me das más, que celebro de todo corazón la suerte de coincidir, y que yo también estoy convencida de que todos necesitamos a alguien en quien confiar. Gracias por ser ese alguien, Lidia.
ResponderEliminarY casi se me olvida. Por supuesto, seguimos ;)
Cuesta despedirse de ellos ¿verdad? No importa las veces que lo hagamos, el cariño que le pongamos, pasada la euforia de la presentación siempre queda esa sensación de no querer dejarlos marchar. Y sí, todos necesitamos a alguien en quien confiar, en quien apoyarnos, que esté incluso cuando no lo reclamaste, que saque la mejor versión de nosotros.
EliminarBrindo por eso, porque hace años las redes nos dieron la ocasión de coincidir y porque eso que surgió no se extinga nunca.
Brindo por seguir siendo testigo de todo lo bueno que está por llegar.
Un beso.
Esta entrada es preciosa porque se nota el sentimiento, el corazón y el cariño que hay puesto en cada palabra. Una reseña más no era lo que tocaba, con esta historia no. La historia de Nadina requería que nos emocionaras y conmigo lo has conseguido. Quizá porque sé lo que se merece Marisa cada palabra bonita, cada gesto cariñoso y cada momento compartido.
ResponderEliminarBrindo por las amistades inesperadas que se convierten en tesoros.
¡Mua!
Brindo por todo eso y más, Mónica.
EliminarY no me cansaré de decir que ese día fue especial por la energía tan increíble que se respiró en la sala, por todos los que vinisteis, nos acompañasteis y nos arropasteis.
Por todo eso, por todo lo bueno que sentimos, surgen entradas como estas. A veces las emociones no nos caben dentro y las dejamos salir con palabras...
Un beso.