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8 de abril de 2018

Y, cuando me pregunten, ¿qué es para ti el amor? Pensaré en vosotros.

Cada libro tiene su lector. Cada película, su espectador. ¿Existe un concepto universal que defina qué es el "amor"? ¿Existe un único sentido para el "final feliz"?

No lo creo. Para mí, "Llámame por tu nombre" y "De óxido y hueso" tienen mucho de eso. Lo digo desde la perspectiva de alguien que no cree en las grandes declaraciones, pero sí en los pequeños gestos. Todo sujeto a libre interpretación, claro.

Y ahí están, esas dos pequeñas joyas. Si fueran estaciones del año, una sería el verano y la otra el invierno. Y las dos derrochan una belleza y una emoción contenida, como pocas. Quizá sea esa la razón por la que tengo abandonado el género romántico y ya no me valga lo evidente, lo trillado, ese amor romántico que ya me parece artificioso e irreal. Tan poco reconocible, apenas creíble.
Y, cuando ya estás un poco cansada de lo convencional y te cruzas con esto, caes rendida a sus pies.


Llámame por tu nombre 

¿Libro o película? Las dos. La novela, llena de matices, la deliciosa narrativa de André Aciman, la transgresión por atreverse a contar un amor de verano, homosexual, entre un jovencísimo Elio y un Oliver con casi diez años más, con la seguridad que da la edad y aun así, con tanto por descubrir junto a Elio. Un canto a la vida, al despertar sexual, a las Artes, a los pequeños desengaños. Una experiencia sensorial, llena de sensualidad, sensaciones, olores, miradas y desnudez. Y, en mi opinión, con un final perfecto en la novela. 


<<... Y no quería palabrería, ni charlas en bici, ni tampoco charlas sobre libros. Simplemente el sol, la hierba, la esporádica brisa marina y el perjume fresco de su cuerpo, de su pecho, de su cuello y de sus sobacos. Cógeme sin más y múdame la piel y pon mis entrañas al aire, hasta que, al igual que el personaje de Ovidio, me mimetice con tu lujuria, eso desearía. Véndame los ojos, cógeme la mano y no me pidas que piense. ¿Harías eso por mí?>>

Una banda sonora tan bella, que ella sola es razón suficiente para ver la película.






De óxido y hueso


Tanta gente afín hablando de ella. Y vaya si merecía la pena. La película. El libro del mismo título -de Craig Davidson-, aunque sirviera de inspiración, no tiene el mismo contenido. Una historia con tantos mensajes para quienes queremos interpretarlos, estudiarlos, vivirlos: superación, libertad, dureza, sinceridad, dolor. Dos personajes unidos por la casualidad, rotos, aferrándose a lo que pueden para continuar, para hacerle un corte de mangas al destino y gritarle que si quiere hundirles tiene que hacerlo mejor, porque ahí están ellos para enfrentarlo. Vivos.

Preciosa, Marion Cotillard, sin rastro de maquillaje, sin nada que oculte al personaje de Stéphanie. ¿Cómo superas un accidente que te ha dejado sin piernas que te sostengan? Quizá solo por tus propios medios y dejando entrar en tu vida a alguien que no va a compadecerse de ti, del que no puedes depender. 

Perdido y difícil, Alí (interpretado por Matthias Schoenaerts). Real, inconmovible, distante, poco fiable. Un tipo tan poco recomendable y, a la vez, lo que parece necesitar Stéphanie.

Fijada en mi memoria, por su belleza, la escena en la que Stéphanie se comunica con una de las orcas que amaestraba. Oscura, luminosa, original, trágica y conmovedora. Así es De óxido y hueso. Un placer para los sentidos y para mi corazón.










12 comentarios:

  1. Sin duda no es casualidad, sino ese mismo ruido de fondo lo que hizo que coincidiesemos en lectura y película sin ni siquiera planearlo. Lo describes tan bien (con tus palabras siempre exactas y cargadas de mensajes) que solo quiero umirme a ellas. También yo quiero ver, leer (me gustaría contar) historias que se sientan reales, imperfectas, fugaces quizá (como la de Elio y Oliver), pero vivas. Y tanto Llámame por tu nombre como De óxido y hueso, están vivas, se sienten reales y tienen finales positivos y conmovedores (aunque alejados de lo convecional). Historias que se ganan un espacio en la memoria y en el corazón. Seguro que aún nos quedan muchas por descubrir y será una doble alegría compartirlas.

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    1. En este cúmulo de casualidades y #señales que rodea nuestro día a día era difícil no coincidir también en esto. Ni poniéndonos de acuerdo hubiera salido mejor. Y también era fácil que coincidiéramos, que nos dejáramos enamorar por ambas historias, tan diferentes pero con ese mensaje final, esas sensaciones que nos resultan tan reconocibles.
      Como dices, seguiremos descubriendo y espero que compartiendo mucho más. Las historias están ahí. Solo tenemos que descubrirlas. En tu caso, incluso, tener el don de contarlas. ;)

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  2. La peli me llama mucho mucho. Marion Cotillard tiene algo en la manera de transmitir que me encanta y desde que esta mañana me has hablado de la película y he visto el trailer, le tengo muchas ganas.
    Un gusto ver cómo cuentas las cosas.
    Besines

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    1. Cris, me tienes en ascuas desde que sé que quieres ver la película, y así poder destripar un poco a ambos personajes. Marion está fantástica y él no se queda atrás.
      ¿Dejaremos algún día tú y yo de tener series, libros, películas... pendientes? ;)

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  3. Hola Lidia,
    Por entradas como ésta me supo tan mal que fueras a dejar el blog. Menos mal que te lo replanteaste...
    Me apunto tanto el libro como la peli De Óxido y piel.
    Besos

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    1. Muchas gracias, Sonia. Cuesta renunciar a lo que uno hace por placer y sin más pretensiones.
      No caben arrepentimientos, solo asumir lo que hay. Espero que disfrutes mucho de la película.
      Un beso.

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  4. Hola...
    De óxido y cielo: vi el trailer hace un año o así porque estaba persiguiendo al señor Matthias Schoenaerts. Y me pareció dura. Tras tu recomendación, caerá en cuento pueda.
    Llámame por tu nombre: Libro y película. A penas he leído sobre relaciones homosexuales, no sé por qué. Tengo que ponerle remedio.
    Un beso grande.

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    1. M. Ángeles yo solo puedo insistir en que veas la película de De óxido y hueso, a pesar de la dureza, el mensaje final sí es positivo y a mí me dejó una sensación perfecta.
      Y Llámame por tu nombre, el libro, tiene tantas pequeñas cosas: ese retrato de juventud, de experimentar, esa ansiedad juvenil cuando te obsesionabas con aquel chico que te gustaba, esa manera de contar de Aciman... A mí me ha encantado. Ya me contarás...
      Un beso.

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  5. Hola!!
    Pues los libros no te digo que sí, que ya sabes que todo lo que no es romántica no suelo animarme. Pero las películas me las apunto las dos!!
    Un besote

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    1. ¡Ojalá te gusten, Pepa! Yo creo que De óxido y hueso te gustará. El protagonista masculino tiene ese punto de cretino que creo que, llegado el final, te conquistará. ;)
      Un beso.

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  6. Admito que vi la película porque me enamoré del actor en Suite francesa y busqué su filmografía. Hace meses de eso, sin embargo, al leer tu artículo me ha vuelto ese buen sabor de boca que te deja disfrutar de una historia, ya sea leída o contemplada. El papel de Alí te revuelve por lo borde y cretino que puede ser, pero lo asumes cuando entiendes que es justo lo que ella necesita, alguien que no le tenga piedad, que la acepte tal cual es, que la ayude en su día a día pero sin tratarla como a una victima. Una película valiosa, sin duda; espero que hayas ayudado a difundirla con tu blog, ya que tant@s te seguimos. Un abrazo. Y gracias por continuar.

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    1. Hola, Mercedes.
      Borde y cretino definen perfectamente el personaje de Alí. Y, sin embargo, hay tanta belleza en esa película...
      Por mi parte, no dejaré de recomendarla en cualquier foro: en el blog, en una quedada con amigas, en IG... ;)
      Un abrazo y muchas gracias por pasarte y por tus palabras.

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