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20 de noviembre de 2016

Sobre machismo, libros y guerras

Tenía pensado hacer una entrada "bonita" en la que hablaros del cómic Sally Heathcote. Sufragista, del que no habría conocido su existencia si no llega a ser por Miss Brandon, que siempre se encarga de descubrirme cosas interesantes en forma de novela, cómic o canción. El personaje de Sally es ficticio pero no el resto de acontecimientos que se van desarrollando en sus páginas: la lucha de las mujeres inglesas por ejercer el derecho a voto, un derecho concedido únicamente a los hombres. 

"Púrpura, blanco y verde. Tres colores representan a la National Women’s Social and Political Union, una liga de mujeres extraordinarias que lucharon por conquistar derechos humanos que en el contexto rígido y clasista de la Inglaterra eduardiana brillaban por su ausencia.

Sally Heathcote es una trabajadora doméstica al servicio de Emmeline Pankhurst, una de las fundadoras del movimiento. La proximidad de ese entorno comprometido y militante irá concienciando a la joven en la causa sufragista, que reclama el derecho al voto para las mujeres. La desobediencia civil, la estrategia política, el aprendizaje de la acción directa y la reivindicación a pie de calle van a dictar la trayectoria feminista de Sally, que no dudará en enfocar su vida como una carrera de obstáculos pero también de grandes logros para las generaciones futuras.

Mary M. Talbot, Kate Charlesworth y Bryan Talbot construyen una historia apasionante sobre la lealtad, el coraje y la dignidad de un grupo de mujeres que lograron abrir, en el ámbito laboral, social y educativo, una serie de puertas que habían estado siempre cerradas."

Quería añadir alguna de las fotos que hice tras terminarlo, pero creo que es justo reconocer mi falta de talento fotográfico, así que he optado por dejaros este enlace donde podéis acceder a las Primeras páginas que tiene publicada la editorial La cúpula y haceros una idea del detalle de las viñetas.


Como os digo, esa era mi intención inicial, pero pensando en los sentimientos que me había despertado esta lectura -donde queda claro el papel secundario que siempre ha tenido la mujer y cómo sigue luchando por cada uno de sus derechos- he querido añadir otras, sin duda, mucho menos agradables.

Machismo. 1. m. Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres (RAE)
Feminismo.  1. m. Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres. (RAE)

En cuanto a la definición de feminismo, creo que está bastante claro: tener los mismos derechos. No hay una proclamación de la supremacía de la mujer sobre el hombre como algunos pretenden hacernos creer. Es una reivindicación por la igualdad. ¿Adónde quiero ir a parar? Mientras leía Sally Heathcote y el trato que se le daba a las mujeres de la época, pensaba en lo poco que ha avanzado la sociedad en todos estos años y en algunas de las lecturas que más me han hecho reflexionar sobre su vulnerabilidad (la de la mujer) en un mundo dominado por los hombres. Somos lo que leemos o, al menos, algo cala en nosotros con cada lectura, por lo que también es una entrada que me sirve para justificar el por qué soy tan estricta con la valoración de ciertas novelas, el por qué no soy capaz de perdonar y aumentar la puntuación a lecturas románticas que están llenas de los llamados micromachismos, esas prácticas y actitudes machistas que son legitimadas por el entorno, socialmente aceptadas por hombres y mujeres. Novelas donde se recurre al chiste fácil, a protagonistas femeninas inicialmente fuertes e independientes que acaban dejándolo todo en nombre del amor o cuya fuerza de voluntad se funde ante un protagonista masculino atractivo y malote. Y cuanto más malote (algo que últimamente parece ir asociado al número de tatuajes que tenga) y más dios del sexo, menos reparos a la hora de ceder a sus deseos.  Las lectoras dicen: yo quiero a un fulanito en mi vida, sin ser conscientes de a lo que están cediendo.

Bueno, esto casi empieza a parecer un discurso, así que paso a dejaros la lista de lecturas que cambiaron, de alguna forma, mi manera de valorar las historias románticas (también me volvieron más cínica, más pesimista, más crítica ante la vida), o más bien a la hora de valorar a los protagonistas y a las dañinas convenciones sociales; historias de mujeres anónimas que han sido tratadas como un arma de guerra y, aun así, sobrevivieron (y hoy en día lo siguen haciendo).



UNA MUJER EN BERLÍN
Anónima

Una mujer en Berlín son las anotaciones de diario -entre el 20 de abril y el 22 de junio de 1945- de una mujer alemana que evitó por todos los medios revelar su identidad. ¿Por qué? Porque sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, pero también a la ocupación por parte del ejército ruso de Berlín, a sus abusos, a sus consecuencias. Un testimonio duro, valiente, sincero. Porque incluso después,  esas mujeres que fueron utilizadas, se vieron duramente juzgadas por su propia sociedad.
Si tenéis dudas sobre lo que vais a encontrar en esta novela, os dejo un enlace a un programa de radio que hace audios realmente interesantes y que trata sobre esta novela, sobre su historia, y muestra alguno de sus párrafos. Existe también una película, que os recomiendo: Anonyma.
Una mujer invadida


Si hay un conflicto que siempre me ha interesado, ese es el de los Balcanes. Hablo de una guerra que tuvo lugar hace algo más de 25 años en la vieja Europa. En la Europa de la ONU, de los Tratados, de los Derechos Humanos. Sé que hoy el papel de la mujer es mucho peor en África (donde se pueden secuestrar a cientos de niñas y el mundo entero mira hacia otro lado o le dedica un minuto en el noticiario), o en India, en Vietnam... Lo que me sorprende de este conflicto es que Sarajevo, por ejemplo, está a menos de tres horas de distancia en avión desde Madrid. Aquí tenéis el resto de mis recomendaciones: La hija del Este (una novela didáctica, porque explica muy bien el origen del conflicto), La vida secreta de las palabras (lo que se conoce es la película de Isabel Coixet, pero tuve la suerte de poder adquirir el guion cinematográfico que publicó Ediciones B), y La palabra más hermosa (¿Cuántas veces os he hablado ya de ella?, y por eso solo os voy a dejar aquí el enlace a la reseña, una de las primeras que hice y se nota. Reseña).


LA HIJA DEL ESTE
Clara Usón

"Guapa, inteligente, extravertida, Ana tiene un gran futuro por delante. Es la mejor alumna de su promoción de medicina en Belgrado y el orgullo de su padre, el general Ratko Mladic, a quien ella adora. Una noche, de regreso de un viaje de fin de curso a Moscú y con tan sólo 23 años, Ana Mladic coge la pistola predilecta de su padre y toma una decisión que marcará la vida de su familia para siempre.¿Qué sucedió en Moscú? ¿Vio Ana la otra cara de su padre, para ella un héroe, para muchos un criminal de guerra? La tragedia de Ana Mladic confiere una dimensión familiar, real y cercana al terrible drama de la guerra de los Balcanes, la última contienda europea y el trasfondo de esta absorbente novela.La hija del Este se nutre de datos verídicos, entrelazados con rumores y conjeturas, un híbrido de realidad y ficción con una amplia galería de personajes como Slobodan Miloševic y Radovan Karadžic, en el que Clara Usón combina distintas voces narrativas y conjuga la investigación rigurosa con la cultura popular para reflexionar sobre el nacionalismo extremo y la manipulación política."


LA VIDA SECRETA DE LAS PALABRAS (GUION)
Isabel Coixet

"Un lugar aislado en medio del mar: una plataforma petrolífera, donde sólo trabajan hombres, en la que ha ocurrido un accidente. Una mujer solitaria y misteriosa que intenta olvidar su pasado es llevada a la plataforma para que cuide de un hombre que se ha quedado ciego temporalmente. Entre ellos va creciendo una extraña intimidad, un vínculo lleno de secretos, verdades, mentiras, humor y dolor, del que ninguno de los dos va a salir indemne y que va a cambiar sus vidas para siempre"



Os dejo el trailer de la película. La canción que suena de fondo es Hope there´s someone, de Antony & the Johnsons y forma parte de la banda sonora de mi vida.




Tenemos la suerte de vivir en la parte del mundo en la que, por ahora, no hay guerras, las mujeres pueden votar, estudiar y trabajar, vestir como quieran, acceder a casarse o no, divorciarse o no, tener hijos o no. Hablo de decidir, de tener opciones. Por eso me gustaría que, especialmente lectores y autores de romántica, fueran más estrictos a la hora de transmitir el mensaje que hay detrás de una supuesta historia de amor idílica. Ciertos clichés son juzgados por mí con total severidad: la protagonista indefensa que necesita un hombre que la salve, los celos enfermizos que rayan el control, los libertinos curados como por arte de magia tras conocer a la protagonista pura y virginal, las infidelidades injustificadas, las protagonistas que dejan de tener vida sexual tras un desengaño amoroso, la cantidad de escenas en las que se habla de posesión como si fuera sinónimo de romanticismo "quiero que seas mía, quiero que seas mío", mujeres contemporáneas que, para reponerse del engaño amoroso, corren de bar en bar con sus amigas como remedio milagroso. Sé que a muchos lectores (mujeres en su mayoría) les encantan esas escenas, pero yo no consigo verles la gracia. Mucho menos en pleno siglo XXI y con todo lo que os he mostrado. Por otro lado, tampoco entiendo el boom de las novelas con protagonistas deslenguados y sin filtro, de ambos sexos, que van de cama en cama... ¿Es eso lo mejor que puede escribirse para distanciarse de la novela clásica, es esa la imagen de la generación que nos representa? A mí no, desde luego, por eso nunca empatizo con ellos.

Porque, más importante que el hecho de que te quieran es, sobre todo, que te quieran bien.

Y vosotros, ¿consideráis que, al ser ficción, tendemos a ser más permisivos con ciertas conductas o escenas? ¿Creéis que el lector de romántica está preparado para aceptar un cambio o es imposible deshacernos de los clichés que envían mensajes machistas? 

19 comentarios:

  1. Una gran entrada, Lidia. Siempre es un tema polémico el de la actitud de los protagonistas de una novela. Se trata de ficción, pueden ser todo lo crueles, nobles, irreales o estúpidos que se nos ocurran. Podemos crear historias idílicas o retorcidas, no hay ningún problema en ello, pero estoy de acuerdo en que tenemos una responsabilidad sobre el mensaje que enviamos y que después de tantos años luchando por la igualdad de derechos y oportunidades, sigamos perpetuando ideas como que felicidad es sinónimo de marido e hijos, o que amor es igual que celos, o muchas más cosas que con frecuencia se dan por sentadas, es un síntoma claro de que estamos haciendo algo mal.
    Siempre será un terreno movedizo y nunca me atreveré a decir que hay que escribir sujetas a un código ético ni a lo políticamente correcto, porque me consta que las historias tienen su propia lógica, pero sí me gustaría que al menos fuesemos descartando todos esos tics que jamás permitiríamos vivir en propia piel.

    Y me quedo con que lo importante no es que te quieran, sino que lo hagan bien. No podías haberlo expresado mejor. En cuanto acabe algo que tengo pendiente, mi siguiente lectura será La palabra más hermosa. Gracias por eso y por todo.

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    1. Gracias, Marisa. ¡Qué bien lo explicas todo!.
      Me gusta pensar que se pueden cambiar los clichés, que no son necesarios los personajes perfectos sino creíbles, reales. Y, a poder ser, me gustaría que las lectoras fueran más conscientes del mensaje que encierran ciertos diálogos, ciertas bromas.
      Será por eso por lo que tengo esa afinidad con tus protagonistas, perfectos en su imperfección.
      Ojalá te guste La palabra más hermosa, a pesar de su dureza. Y, si no, estoy segura de que me lo contarás.
      Gracias a ti, por ser así, por todo lo bueno que traes a mi vida.
      Un beso.

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  2. Hola Lidia!
    Vi el cómic en el FNAC hace unos meses me llamó la atención el título,unos meses antes había escrito un artículo sobre el movimiento sufragistas para el blog, no me pude parar a hojearlo porque tenía prisa y pensé hacerlo en otro momento, como siempre se quedó olvidado en mi mala memoria. Está vez me lo pienso tatuar en la piel para no olvidarlo.
    Tienes razón en decir que son unas mujeres que admirar, cuanto más investigaba sobre estas mujeres más me parecían unas heroínas.
    Una de las cosas que destacaban en mi artículo era una tabla en donde se indicaban los años en que habían aprobado la ley del voto femenino en diferentes países, aluciné en colores cuando descubrí que en Suiza no permitió votar a las mujeres hasta el año 1971,¿te lo puedes creer?
    Hablando de la novela romántica, desde luego que me gusta las protagonistas fuertes que no necesitan a nadie que la salven, pero tampoco me disgustan las historias clásicas de la damisela en apuros (mientras no sea demasiado pánfila). En lo que coincido contigo es en la protagonista abandonada que se vuelve frígida y que no soporta que otro hombre la toque mientras el prota rehace su vida.
    Se puede decir que soy una contradicción andante, soy muy feminista pero al contrario que a ti si que me gusta ese prototipo de protagonista que a ti te disgusta, eso si en la mayoría de las veces mientras leo voy pensando: "conmigo no duras ni dos segundo, de la patada que te doy te mandó al Polo Norte" jajaja.
    Para terminar te recomiendo "Por amor al arte" de Sharon Biggs Waller, es una novela romántica en donde la protagonista quiere tener libertad a decidir lo que quiere hacer, y en su búsqueda se topa con las sufragistas que le abrirán los ojos a una serie de cosas.
    No he leído ninguno de los libros que recomiendas pero me apuntó casi todos y la peli creo que la vi empezada pero no recuerdo si la vi terminar.
    Gracias por esta entrada tan interesante.
    Besos

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    1. ¡Hola, Sonia!
      El cómic me gustó mucho, muy diferente a lo que leo habitualmente. Por favor, déjame en otro comentario el enlace de tu entrada, para verlo (y también por si alguien tiene curiosidad y así vamos directos).
      Sí que digo en la entrada que juzgo "severamente" ciertos clichés, pero como todo lector, transijo la mayoría de las veces (sobre todo si además tiene una explicación razonable). Pero sí que reconozco que es lo que me decide a la hora de puntuar una novela.
      Conozco la novela que me recomiendas, así que a ver si le hago un hueco en mis lecturas (me ha gustado lo que dices de ella).
      Gracias por dejar tu sincera opinión, como siempre.
      Un beso.

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  3. Tema como siempre muy delicado y, también, un buen artículo!!!
    Yo creo que siempre hay que tener límites y es complejo saber compaginar realismo con machismo. Ya sabes que yo son más de romántica y muchas de las cosas que leo NO las admitiría en una novela contemporánea. La mayoría de comportamientos están muy suavizados, no nos engañemos, pero admito que ciertas cosas serían muy falsas si la autora hiciera más hincapié en ellas. A pesar de eso, me encantan autoras como Loretta Chase o Gaelen Foley, cuyas protagonistas han sabido romper moldes.
    También es cierto que en contemporánea se están poniendo de moda ciertos arquetipos que no me gustan nada, sí, no es lo mismo la realidad que la ficción, pero a mí hay ciertas cosas que NO me gusta leer en romántica y que ahora me estoy encontrando bastante. Por eso, quizás, es por lo que no me animo con algunas autoras. Con lo que nos ha costado lo poco que tenemos quiero evitar leer ciertos comportamientos.
    Las lecturas que propones son durillas, quizás algún día me anime!!!
    Un besote

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    1. ¡Hola, Pepa!
      En la histórica puedo perdonar ciertas conductas, suelen tener sentido y pueden explicarse por la época. Pero con la contemporánea... me cuesta mucho transigir con ciertos comportamientos, incluso con ciertos diálogos. Y por los comentarios que suelo ver en tu Goodreads, diría que coincidimos en muchas cosas.
      Espero que te animes con alguna de las lecturas. Creo que merecen la pena.
      Un beso.

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  4. Hola, Lidia! El tema del feminismo se está llevando a un punto que ya es de locos y como leía el otro día, no recuerdo dónde fue, se está empezando a confundir machismo con educación en según qué situaciones.
    Es verdad que parece que cuantas más cosas conseguimos para que se reconozca nuestra igualdad, más pasos damos hacia atrás y todo nace de la pérdida del respeto y de la tolerancia. Que en la romántica actual abunden, como dice Pepa, arquetipos del típico "macho" y que eso guste más que un hombre normal y corriente dice muy claramente hacia dónde vamos como sociedad.
    Un abrazo!

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    1. ¡Hola, Paola!
      El problema de la imagen del feminismo creo que está en los extremos y en la manipulación. El machismo es un problema de educación, como el de perder el respeto y las muestras de intolerancia.
      Desgraciadamente, a veces leo opiniones de novelas que yo he leído y que me sorprenden (para mal), sobre todo viniendo de una mujer. Pero lo que más me asusta es que hay un número muy muy alto de lectoras que suspiran por esos protagonistas masculinos.
      Ojalá solo fuera ficción.
      Un beso y gracias por pasarte, Paola.

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  5. ¡Que buena entrada! No solo por el tema, también por las lecturas que has traído para ilustrarla.
    En cuanto al tema feminismo/machismo...para mi algunas personas están sacando ultimamente el tema del feminismo un poco de madre (el lenguaje, los modales...) Creo que se desvirtúa en algunos momentos haciendo que no se vaya al tema, pero bueno.

    En cuanto a lo que comentas de las novelas románticas me resulta muy curioso. Siempre me ha hecho gracia cuando escucho a chicas mas jóvenes que yo (que triste me resulta decir esto, madre) decir que no leen a las antiguas pq las protagonistas eran bobas que soportaban a machistas. ¿Y ahora?¿qué roles tenemos en novelas actuales?. Muchas de esas novelas que criticaban estaban ambientadas en otra épocas donde la mujer pintaba menos que la piedra de la chimenea y solo servía para parir sin molestar demasiado. Pero ahora se supone que la mujer debe ser independiente, es inteligente y válida, pero en ciertas novelas los prototipos de mueres son débiles que se ven manejadas y maltratadas verbalmente por el "machito de turno". Lo siento, pero no me vale.
    Las novelas hay que situarlas donde están ambientadas y cuando son escritas y que ahora se mantengan ciertos roles en novelas actuales me pone mala (si son novelas ambientadas en otras épocas puede estar mas justificado).

    Por último decir que estaría bien que la gente leyera los libros que traes, son geniales por muchos motivos. La mujer ha sido a lo largo de la historia la gran olvidada y una de las mayores damnificadas en los conflictos, menos mal que desde unos años a esta parte se está reconociendo todo ese dolor.
    De nuevo felicidades y gracias por la entrada
    Besines.

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    1. ¡Hola, Cris!
      Qué te puedo decir que no hayamos hablado ya en privado... Me encanta encontrar tan afín en la blogosfera. ¿Que la bandera del feminismo se está agitando de manera equivocada? Totalmente de acuerdo.
      Me gusta esa matización sobre las épocas. Es cierto que hay novelas que son reflejo de una época y, como tal, tienen que presentar a protagonistas coherentes, aunque me gustaría que a veces se ofreciera algo más que duques y condes libertinos y demás...
      Me encanta que hayas leído o visto alguna de las obras que aparecen en esta entrada y que las recomiendes. Quizá no sean lecturas para pasar el rato, pero claramente necesarias para crear cierta conciencia.
      Gracias, Cris. Por tus palabras, por las públicas y las privadas.
      Un beso.

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  6. Te dejo el enlace a mi artículo, como me dijiste. Repasándolo he visto que el cómic del que hablas lo había puesto como lectura recomendada (ahora recuerdo que una amiga ya me había hablado de él). Ya te puedes hacer una idea de mi mala memoria jajaja.
    www.lacomunidaddellibro.com/las-sufragistas-las-mujeres-lucharon-derecho-al-voto/





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    1. Me ha encantado la entrada, Sonia. Con los fragmentos, con las referencias... y es curioso ver cómo evolucionó la aprobación del derecho al sufragio femenino... Me ha gustado mucho, gracias por dejarla por aquí.
      Y sí, me ha hecho gracia ver que recomendabas el cómic en tu entrada. Hace poco vi la película de Sufragista, muy recomendable, eso hizo que me decidiera a comprar el cómic para seguir ampliando la información del tema pero de un mono más ameno. Y también he leído Vencida, aunque ahí el tema se trata en un plano mucho más secundario.
      El resto, me las dejo como tareas pendientes. ;)
      Un beso

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  7. Vaya entradas chulas te estás marcando últimamente, amiga. He echado un ojo por encima, pero quiero leerla tranquilamente cuando llegue a casa y comentarte como dios manda.

    ¡Mua!

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    1. ¡Gracias, Mónica!
      También tienes un poco de culpa en que haya sido así. La entrada seguirá estando a tu vuelta, así que disfruta mucho de tu tiempo con la familia.
      Un beso.

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  8. Hola guapa.
    Muy buena entrada, y muy buenas respuestas al respecto. El nivelazo de los comentarios me deja alucinada: por lo que saben, por la maleta llena de libros que llevan a la espalda.
    Yo sé menos, pero es un tema que me ha confundido desde que empecé a leer romántica. Porque, aceptémoslo, hay mucho super hombre frente a damiselas, o mucha mujer reivindicativa, que a la mínima cae rendida a los pies del "macho".
    Pero a mí el "Eres mío, eres mía", en un momento concreto, o los celos por parte de ambos, es algo que me gusta leer en romántica. ¿Soy machista por ello? No acepto a una mujer a la que le digan qué vestir, o cuando salir, o a la que hay que proteger por el simple hecho de ser mujer, pero si me gusta ver a la pareja como una sola, y eso implica posesión. ¡Qué nadie me mate!. A mi me pasa que si mi chico lo pasa mal en el trabajo, yo también lo paso mal. Ese tipo de posesión.
    Por supuesto hay mucho que se sale de esa línea imaginaria que yo misma me he trazado de lo que me parece machista y lo que no. Si bien no debería existir como norma en romántica, tampoco creo que deba borrarse del mapa. Prefiero que el machismo exista en un libro y no en la vida real para saber lo que no quiero en mi vida. No he tenido que lidiar mucho con el machismo, pero lo he visto muy de cerca cuando vivía en Marruecos. Y era abrumador. Yo creo que hasta a mis compañeros hombres les afectaba.
    ¿Qué mejor plataforma que un género seguido por muchas mujeres para saber lo que queremos y lo que no? La mujer decide si quiere o no volver a leer a un autor/a machista y la mujer decide cuánto del libro cala en ella. Porque el machismo o la inexistencia de éste, para mí es un concepto que viene arraigado a la educación que ha llegado a ti desde pequeño.
    El tratarlo o no adecuadamente por parte de los autores es donde está el quid de la cuestión. Y en romántica, es un tema muy a tener en cuenta.
    Te escribiría El Quijote con mil puntos más sobre machismo. También sobre feminismo {sólo con el significado de las definiciones podría hablarte una hora}, pero voy a dejar de ser vomitiva escribiendo tanto. ¡Ya está bien! Beso..

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    1. ¡Hola, M. Angeles!
      Me hace gracia que digas lo del nivel de comentarios después del que te has dejado. ;)
      Siempre que hago una entrada de este tipo me gustaría poder extenderme mucho más, porque a veces pueden parecer radicales y no siempre lo hago desde ese extremo. He leído novelas en las que, a pesar de que ciertos comportamientos de ella o de él no me han gustado, los he dejado pasar porque el resto, e incluso el mensaje final, eran más importantes (¿te acuerdas de cuándo hablamos de Calle Dublín y esos momentos de Neanderthal del prota? y, sin embargo, me gustó la novela).
      El tema de la posesión... no puedo rebatírtelo: lo has explicado muy bien. En toda historia romántica cada uno quiere ser "el uno para el otro" y eso me parece más que aceptable. Todo es admisible siempre que tenga un sentido.
      Sobre preferir el machismo en un libro en lugar de en la vida real y que una lectora pueda decidir entre lo que quiere o no: pues, en este sentido te diría que entiendo lo que quieres decir pero yo quiero poner el foco justo en eso: ¿Qué ocurre con las novelas New Adult? ¿Qué ocurre cuando una chica de 16 años va a la librería y decide leer al Sr. Grey, al que además le hacen una película? Lo que me gustaría es que las lectoras, detectaran que ciertas relaciones no son ideales y ciertos comportamientos tampoco.
      Quizá sea un poco estricta (o mucho). Hace poco leía una novela New Adult (que dejé) en la que, en la supuesta primera cita, el chico se las ingeniaba para darle de beber lo mismo a la chica (bebida con alcohol)... y eso hacía que ella se sintiera más desinhibida y se mostrara mucho más abierta e incluso llegara el momento beso... ¿Es un detalle tonto? Puede que sí, pero a eso me refiero con el mensaje final. Yo tengo 37 años, me veo capaz de discernir o valorar ciertas conductas, pero no creo que sean las ideales para otro perfil lector.
      ¿No has visto la reacción de las lectoras hacia una protagonista que no perdona fácilmente una traición o que se muestra más dura? Normalmente corren a defender al guapérrimo (como dirías tú, ;) ) y dicen que ella es una seca, una borde, una caprichosa... y no sé cuantas cosas más...
      En fin, ya ves que a mí también me cuesta controlarme. Es un debate que daría para mucho más. Incluyendo la definición de feminismo.
      Es solo que, a veces, me gustaría leer historias diferentes con protagonistas a la altura.
      Un beso.
      PD: Gracias por dejar

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    2. *Gracias por dejar tu reflexión :)

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  9. Tu respuesta no se queda corta...!
    Estoy segura de que a la chica de 16 le costará más identificarlo. Por supuesto.
    No quiero decir con mi comentario que quiero que aparezca el machismo en todos libros de romántica, pero creo que es una buena herramienta para no olvidar que existe. Para que no nos chirriara demasiado, debería existir también una reacción negativa a éste por parte de los personajes del libro.
    Eso sería lo ideal para mi. Si no hay por donde agarrarlo, hacer como tú: cerrar el libro.
    Si algún día nos vemos, te contaré mis teorías sobre el machismo. Para que me veas frente a frente y no creas que soy machista!!!!!!!!
    Beso grande.

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    1. Creo que es justo eso: que ciertas actitudes fueran censuradas en lugar de estar retratadas como ideales o "dentro de la normalidad" de una pareja.
      Y sí, quiero que llegue ese día en el que nos veamos y se nos vaya el día hablando (sobre machismo o lo que sea). No creo que seas una persona con pensamiento machista, por muchas razones, pero sobre todo por lo que decías en tu comentario: has viajado, has visto otras culturas donde la mujer no vale nada... "Tu mochila", tus vivencias, incluso tus lecturas te dan una visión mucho más "open mind" que a mucha otra gente. Creo que has explicado bastante bien lo que admites y lo que no, y estoy segura de que coincidimos mucho en el mensaje final. :)
      Un beso enorme.

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