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12 de febrero de 2020

Los lectores que compraban libros y otras criaturas mitológicas

Desde hace unos días me ronda en la cabeza la pregunta ¿hasta cuándo autor@s y editoriales apelarán a nuestra paciencia? Me refiero a la paciencia de los lectores. En concreto: a los lectores que compramos libros.

Desde luego hubo un antes y un después tras Amazon y también tras el uso y abuso de las redes sociales como plataforma de lanzamiento y spam. Los lectores que compramos libros nos hemos encontrado con:

- Colaboraciones editoriales (y de autores) con influencers, blogs, instagramers, y sorteadores de libros en sus espacios. Nos hemos acostumbrado a ver cómo parte de nuestro pago por un libro va directo a sufragar el envío gratuito a gente que, en algunos casos, no sabe ni escribir ni expresarse con naturalidad (o sin ella), pero que han creado en torno a sus cuentas una acumulación alta de seguidores. Hace unos días saltó la noticia de que iba a empezar a ser obligatorio informar de que tal o cual recomendación de un producto era en realidad publicidad. Creo que tampoco es tan difícil darse cuenta de quienes están leyendo por gusto y quienes por intereses comerciales, solo hay que mirar hacia sus fotografiadas estanterías. Para rizar el rizo, muchos de ellos acaban publicando sus propias obras, codeándose con aquellas personas a las que hace nada reseñaban o publicitaban. ¿Quién dijo que Amazon era todo ventajas o que existía un filtro editorial?

- Libros que se publican sin una corrección exhaustiva o una mala traducción y libros por encima de los 15€ con problemas de maquetación y edición (márgenes inexistentes, tamaño de letra inapropiada, grosor de las páginas no mucho mayor que el del papel de fumar...), ausencia de corrección de estilo y/o ortotipográfica. Incluso con todo eso a la vez. Ocurre en las editoriales (especialmente los sellos que copan la mayor parte del mercado) y en la autopublicación y parece que, como es un mal endémico, tenemos que acostumbrarnos y aceptarlo. No, es inaceptable y nos sentimos indefensos y despreciados ante tales despropósitos. Así que, cuando nos encontramos con una edición perfecta -creo que puedo reducirlo al 10% de mis lecturas, normalmente sellos independientes- alabamos a la editorial o escritor@ en cuestión, por aquello de ser la excepción a esta regla. Así está el nivel. Para que os hagáis una idea, dejo aquí enlazada la completa entrada de Escaparate Literario y el respeto al lector, con sendos y vergonzosos ejemplos.

- Campañas de marketing y spam por parte de los autor@s y seguidores/amistades tan infladas y superficiales que, cuando nos enfrentamos a la lectura del libro nos llevamos una soberana decepción. De verdad, creo que hay bastante gente que debería revisar lo que afirma y sentencia en las redes sobre sus propios libros o los libros de sus colegas. Entiendo que para cada uno, su obra sea lo mejor que ha escrito pero, al afirmarlo (y posteriormente leer sus novelas y decepcionarme) siempre pienso en cuáles han sido sus lecturas de cabecera, en dónde quedó la objetividad y la autocrítica. Aunque alguien vendrá y me dirá: será que no era una lectura para ti. Muy bien, no eres tú, soy yo. Simplemente dejaré de compartir su "criterio" en cuanto a gustos literarios y, por extensión, comprar sus libros o los que recomiende.
Lo de denunciar públicamente los comentarios negativos y el posterior linchamiento de sus contactos al incauto lector (o malintencionado, que de todo hay en la viña del Señor), lo dejamos para otro día.

- Autor@s que apelan al clásico "quien no llora, no mama". Imagino que ocurre en todos los géneros pero, por proximidad, yo conozco especialmente el género romántico. Hace unas semanas se reabría (porque es un debate que nunca muere) la polémica del por qué el género romántico era un género denostado, a raíz de varios artículos sobre el cuadragésimo aniversario del sello Harlequín y los estereotipos y clichés que en ellos se vertían. A mí se me ocurren un millón de razones, pero no las voy a decir porque no-sirve-para-nada. Mucha indignación y muy poca autocrítica, eso es lo que vi. Muchos golpes de pecho pero muy poca reflexión sobre lo que cada cual está aportando al género. Parece que hay mucha obra maestra por ahí que los lectores no hemos descubierto o valorado como tal. En mi opinión, -como ex-lectora del género y de autoras españolas (han quedado reducidas a dos o tres escritoras a las que recomiendo con entusiasmo porque sus novelas se definen y defienden solas)- la pregunta que deberían hacerse es: ¿qué es lo que estoy yo aportando al género? ¿qué es lo que da valor, lo que hace que mi novela esté a la altura de cualquier otro? ¿qué hay de innovador, extraordinario o destacable en mi obra para pensar que merece un lugar especial en el magazine cultural de un periódico?
Creedme, para mí no hay nada peor que ser testigo de la autocomplacencia y de la búsqueda continua de la aprobación que cualquier autor@ hace mediante sus perfiles sociales. En realidad, sí lo hay: leer su novela y confirmar lo que ya sospechabas, que no era lo que te habían vendido. No me imagino a Nora Roberts o a Almudena Grandes haciéndolo, más bien me las imagino currando de lo lindo para intentar ser mejores.
Ayer, Víctor del Árbol escribía un artículo y decía: "Un escritor debería poder abordar sin miedo cualquier tema, a condición de enfrentarse a la autocensura, al narciso que exige su tributo en forma de reconocimiento y aplausos, y aceptar sin caer en la banalidad el rol que su poder sobre la palabra le confiere." Nada más que añadir.

- Premios y galardones literarios que esconden detrás encargos editoriales. Tal cual. Y si no, buscad las bases de alguno de ellos, a ver si lo encontráis o aparecen por generación espontánea.


Vuelvo a mi pregunta de inicio: ¿hasta cuándo editoriales y autor@s apelarán a nuestra paciencia? Porque después de todo lo que he dicho, las editoriales y l@s autor@s se quejan de la falta de ventas, de la piratería y de cómo las plataformas se están comiendo los escasos réditos que dejan las ventas, pero nadie parece hacer autocrítica ni tomar medidas. No hay rectificaciones, reediciones revisadas ni disculpas cuando publican obras mediocres o sin filtro de corrección. No hay pudor en repartir libros de cortesía para que sean otros quienes realicen las labores de marketing. No hay reparos morales a la hora de incluir en el catálogo al famosill@ de turno.

Nuestra paciencia y nuestro bolsillo tiene un límite. Y nuestra memoria. Los lectores que invertimos en libros, que los compramos, empezamos a tener una lista demasiado larga de agravios. Es una pena que, cuando vayamos a la librería o al catálogo de Amazon/Storytel/Nubico, tengamos que sacar esa lista y tachar editoriales y autor@s por las razones equivocadas

O quizá llegue el día en que los lectores que compraban libros estén en el mismo imaginario que los unicornios.

14 comentarios:

  1. Estupendo artículo. Has dado en clavo. Gracias.

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  2. Gracias por éste post, hace un par de años que llevo diciendo que el mundo editorial debe adaptarse a los tiempos que corren y eso no es apostar por influencers ni booktuber... el lector de hoy en día es exigente y "digital" es decir sabe moverse por las redes sociales para buscar nuevas lecturas etc...
    Este mismo tema lo he comentado con mi club de lectura y el problema principal hoy en dia es encontrar lecturas interesantes y consistentes, sin palmeros que lo acompañen sino las letras del autor como único motor.

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    1. Hola, Ximena.
      Así lo creo yo también. Buenas obras, menos cantidad, más calidad y menos palmeros y egos. Un buen@ autor@ debería definirse por su obra, no por la cantidad de seguidores que tenga ni la cantidad de quejas que vierte en las redes.
      Gracias por dejar tu opinión.
      Un saludo.

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  3. BRAVO.
    Es que me ha faltado levantarme y aplaudir. También he leído la entrada del otro blog, y no puedo estar más de acuerdo.

    Hemos hablado muchas veces del tema y comentado hasta la saciedad la falta de profesionalidad de ciertas de editoriales. Es cierto que personalmente no me he topado con ese tipo de defectos tan visuales (me refiero a faltas de ortografía, expresiones mal construidas, errores de maquetación...etc digamos, estos errores y horrores visuales que destrozan por completo una lectura y cabrean a niveles estratosféricos), porque leo mucho clásico o clásico contemporáneo de editoriales que sí cuidan estas cosas (aunque de vez en cuando también se les cuele alguna falta. Que oye un error puede pasar, es algo humano, normal, pero una cosa es una pequeña falta y otra es "no hacer bien tu trabajo". De hecho me cuesta creer la dejadez si no fuera por los ejemplos que he visto por ahí cuando ha salido este tema.

    En cuanto a lo de la publicidad encubierta es un tema que me cabrea bastante. A mí me da igual que la gente colabore con las editoriales oye, ¡bien por ellas! pero hay que decirlo. Y da igual si te pagan dinero o en especie, es que si no hay nada de malo ¿por qué ocultarlo? Es lo que a mí me hace sospechar. El otro día justo leía un artículo sobre el tema que lo comentaba a raíz de una sanción que habían impuesto a una instagramer sueca afincada en Marbella.
    El tema ya no es que colabores o no, es la hipocresía de recibir libros gratis (o llorar para que te los den "vendiendo" tus miserias) y luego ir con el lema de "hay que apoyar a las librerías independientes y a las autoras"... pues si quieres eso, es muy fácil, compra los libros. Porque a la autora no le cuentan como ventas los ejemplares de su libro que regala la editorial. Es algo tan sencillo como ¿tú curras gratis? NO, pues la autora no escribe para que regalen 50 ejemplares de sus libros para tener publicidad. Todo eso afecta a los trabajos de personas a las que despiden porque su trabajo lo hace alguien "de gratis" por redes sociales.
    (y con esto se podría hacer un estudio de cuántos libros escritos por hombres regalan las editoriales y cuántos de mujeres)...

    Y después de toda la parrafada, pues eso, que al final es una pena que se comercie con todo, o yo es que soy muy rara y mi amor y respeto por la lectura va más allá de seguidores, famoseos, me gustas y demás.

    Gracias por esta entrada Lidi.

    ¡un besote enorme!


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    1. Hola, Ani
      Que las grandes editoriales han empezado (quien sabe, lo mismo ya lo hacían y yo no prestaba atención o no me molestaba tanto) a descuidar el producto final es un hecho. Y es curioso que eso no pase de manera tan evidente con las pequeñas editoriales e imagino que todo tiene una única causa: el dinero, la minimización de costes y la explotación máxima de beneficios (que solo repercuten en los altos cargos, ni mucho menos en los curritos ni en los autores).
      En cuanto a los ejemplares de cortesía... pues ya lo hemos comentado muchas veces, pero creo que empiezan a tener un efecto contrario: ¿por qué voy a pagar yo por un libro si veo que en la misma semana hay una avalancha de ejemplares gratis? ¿por qué voy a desear un libro que estoy viendo que incluso ha llegado por adelantado a "los privilegiados" de turno? Han sido muchos los libros que he dejado de comprar (y leer) por cosas así, porque además la oferta es ilimitada, así que o lo dejas pasar y eliges otra lectura o esperas a que llegue a la biblioteca.
      Me encantaría que existiera, como dices, un estudio de género vinculado a las ventas y también a los regalos de la editorial...
      Gracias por dejar tu opinión sincera y prestarte siempre al debate. Un besote.

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  4. Qué razón llevas. Es una situación que dura ya unos años y me indigna como lectora y como autora. Porque no me parece ni medio normal que yo me gaste casi más de lo que voy a sacar de las ventas en corregir y que las editoriales que pueden permitírselo no. O que luego lleguen un montón de listos pretendiendo leerlos gratis porque son influencers... O que algunos lectores sean reacios a hacer crítica constructiva de mis libros (con lo bien que viene para mejorar) porque ya les ha ladrado algún autor por decir lo que piensan. También dejé de moverme en el mundillo literario por culpa de los egos inflados y porque muchos me cogieron manía por decirles que sus obras tenían fallos graves. Y tengo una lista negra cada vez más grande de editoriales, autores y blogs con malas prácticas. En fin, que se ha perdido el respeto al lector...

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    1. Hola, Déborah
      Se ha perdido el respeto al lector y eso revierte en que las malas prácticas empiezan a ser tantas que lo manchan todo, lo desvirtúan todo y terminarán cansándonos a quienes entendemos la lectura desde un punto de vista totalmente diferente.
      Creo que todos somos libres de elegir en qué lado queremos estar y ser consecuentes con ello, pero está claro que el panorama literario hace tiempo que hace aguas por todas partes...
      Gracias por dejar tu opinión.
      Un saludo.

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  5. Hola!!
    Genial entrada, como siempre.
    No sé si es antes el huevo o la gallina, la verdad. Creo que la culpa de todo es la reducción de costes, últimamente ni casi se mira lo que se publica y, mucho menos se cuida (por supuesto, hay excepciones)
    Pero cuando encuentras una novela autopublicada, en las que no termino de confiar mucho pero cada vez, por recomendación, voy leyendo más; y encuentras menos fallos o errores gramaticales que en una publicación editorial, aparte de echarte las manos a la cabeza, sanes que algo no está nada bien.
    Sigo apostando por la novela romántica y cada vez intento leer más en inglés, porque lo que se publica aquí no me termina de interesar. Por suerte tenemos autoras muy buenas que seguiré leyendo siempre, pero hay tanta saturación de novelas que son más de lo mismo que, quizás a una lectora que haya leído menos, le gusten; pero yo ya necesito algo que me motive a seguir leyendo. En mis inicios tambiën me gustaban novelas que ahora seguramente ya no me aportarían nada nuevo. Por eso no lo digo como una crítica sino que cuanto más lees, más exigente te vuelve. En todos los géneros.
    No creo que lo que pasa en la romántica no pase en otros géneros, creo que es generalizado y al final, o las editoriales toman medidas drásticas y contundentes o, al final, se hundirán.
    De los amiguismos y los pelotismos blogueros, ya sabes lo que opino. Hacen un flaco favor al mundo de la romántica y no termino de ver si los libros enviados a estos blogs tienen realmente influencia en las ventas
    Un besote

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    1. Hola, Pepa
      Últimamente TODAS mis lecturas adolecen de falta de corrección, erratas o, como ocurre con mi actual lectura, una mala traducción para evitar cubrir los gastos de un@ traductor@ nacional. Y es indignante porque se paga por un producto terminado y cuidado, no por un producto mediocre. No puedo decir: mira, como me cobras 21 euros por este libro (algunos premiados) y tiene faltas o está mal traducido, descuéntame un 10%. Pagas por un producto defectuoso y la lista de editoriales empieza a ser mayor... Algo no está bien y va cada vez peor.

      Sobre lo que decías de la novela romántica: yo no puedo renegar de un género que me enganchó completamente a la lectura. Leía otros géneros, pero fue la romántica la que me hizo evitar pasar un día sin leer algo, creó un hábito. Eso no ocurre ahora porque sí, puede que me haya vuelto una lectora con otros intereses, pero cada año recurro a alguna de esas novelas porque espero poder disfrutar de ellas, espero poder decir: lo mismo leo ensayo, que novela histórica, que poesía, que novela romántica... Lo que ocurre es que me siento estafada. Esa es la palabra. La mayor parte del tiempo pienso que la autora (normalmente nacional) cree que el lector es idiota y que por eso no necesita darle consistencia a los argumentos, mejorar las tramas, resolver los conflictos de manera real en lugar de edulcorada o, simplemente, carente de credibilidad. Luego encuentras a muchas de ellas llorando en las redes porque su novela no está en el top con toda la documentación que tiene, o todo el tiempo que le ha llevado escribirla. O indignadas porque su novela es menospreciada por tener el sello romántico. Y una se tiene que morder la lengua para no decir que su novela es un folletín. Porque lo que realmente me molesta de todo esto es que salgan abanderadas del género, defensoras a ultranza que en realidad no quieren defender al género, lo que quieren es posicionarse ellas mismas y sus novelas en una categoría superior. Y confías en que sea cierto, en que esa sea la novela que te va a reconciliar con el género... hasta que la lees y te das cuenta de que es más de lo mismo y es frustrante cuando vuelven a tomarte el pelo. Y hablo por mí, claro. Muchas tienen a una legión de lectoras encantadas detrás y me parece bien. Lo que no me parece tan bien es que se quejen de que son infravaloradas o utilicen las redes para poner en evidencia a quienes opinan diferente...
      ¿Ocurre lo mismo en otros géneros? No sabría decirte, la verdad, porque te juro que no lo he visto (salvo los envíos editoriales que eso sí es práctica estandarizada). Pero creo que el nivel de victimismo sí es menor.

      Sobre el tema del intercambio blogs-editoriales, te contaré una anécdota: había una vez una autora que no era todavía lo que es hoy. Nunca agradeció una reseña de quienes comprábamos o reseñábamos sus novelas. De pronto la editorial con la que publicaba empezó a enviar sus ejemplares a las bloggers colaboradoras que ensalzaban sus novelas y la mantenían siempre en el candelero (con todos esos mensajes que además parecen escritos por adolescentes...) Un día, en la red dijo: tengo a las mejores lectoras del mundo, en referencia a ellas. Y pensé: qué ironía, tus mejores lectoras son las que no compran tus libros y se arriman a ti buscando seguidores o una foto... Fue suficiente para entender de qué manera estaba cambiando todo y también para considerar que, en este mundo, sí que hay escritor@s que tienen justo lo que merecen.
      Y en este mismo sentido creo que hay editoriales que están descuidándolo todo y que al final también tendrán lo que merecen.
      Perdona el desahogo, supongo que seguiremos estando de acuerdo en muchas cosas sobre el panorama actual. Mientras tanto, disfruta de tus lecturas, de tus autoras extranjeras y elecciones en inglés. Lo de no ir con la corriente creo que te está funcionando ;)
      Un besote (y gracias como siempre por dejar tu opinión).

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  6. No has podido expresarlo mejor, Lidia. Qué bien escrito.
    Estoy contigo en todo lo que dices. Yo añadiría: ¿no se dan cuentan las editoriales-autores que de tanto regalar ya no nos creemos a "las lectoras que no compran libros"? Ya pueden liarla parda con "Me encanta, con mil ganas de leerlo, voy a empezarlo ya" que no las creo. ¿Y por qué no hablan igual después de leerlo?
    Yo estoy segura que tarde o temprano, esto caerá. Más que estar segura, lo espero.

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    1. Hola, M. Ángeles:
      Sinceramente creo que una mentira se puede mantener durante un tiempo limitado, de manera que quien no lo vea es que no quiere verlo, es que prefiere mantener y alimentar esa mentira. Es completamente lícito, pero nunca irá conmigo.
      Aún así, te digo más: todavía nos queda mucho por ver...
      Un beso y gracias por pasarte y dejar tu opinión.

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  7. Ay, Lidia, corazón, me he reído. Sí, me he indignado contigo, y entiendo tu enfado y lo comparto. Imagino que a raíz de tu cabreo con cierta editorial y su mala traducción al castellano (y no español latino), te fuiste inflando y .. ¡explótame-expló! , a lo Rafaela Carrá.

    Estamos hartos de quejarnos, de decir qué libros tienen faltas ortográficas, apuntes de traducción, y a las editoriales importantes les resbala. Hubo una pequeñita de quien leí un título que, en las treinta primeras páginas, ponía "alago". Sí, sí, de halagar. Uno, muy mal por la escritora porque, nena... esto es de primero de dictado, y segundo, la editorial se pasó por el "arco del triunfo" la corrección. Contacté con ellos, casualmente estaban en Bilbao, y me dijeron que podía pasar a que me abonaran el libro.
    ¿Cuándo has visto tú a Lumen o Espasa devolver algo a un lector? Porque recuerdo el amargón que me llevé con "Tan poca vida" después de más de cien faltas, que criticamos muchísimos lectores y nada. EStoy esperando a ver si Mónica lo lee y su edición tiene aún las faltas, que seguro que sí.

    Sobre el rollito influencer, yo ya paso. Que cada cual haga lo que quiera, que pida los libros que quiera a las editoriales, que reseñe positiva o negativamente, o que te destrocen la lectura en caso de que te interese un libro, por sus extensas reseñas donde no hacen más que spoiler. Yo no funciono así.

    Deberías enfadarte más, porque te lleva a escribir de manera magistral. Si te hicieras Presidente del país yo te votaba. ¡Hombre ya!

    Besazos.
    (Me he reído por lo del unicornio)

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    1. Bueno, me ha sorprendido mucho eso de que se ofrecieron a pagarte el ejemplar porque es cierto que aquí regalar se regala mucho libro de cortesía a todo el mundo, pero luego pocas explicaciones y menos soluciones se dan a quienes compramos y nos quejamos. Y ya viste la respuesta de la editorial: que si había más cosas más se lo enviara por email. ¡Acabáramos! Es curioso, tengo Tan poca vida y lo leí y debía ser que en ese tiempo todavía no me indignaba tanto, porque no recordaba el problema de la edición. Pero me juego el cuello a que ahí siguen las erratas...
      El rollito influencer te enseña muchas cosas y, por supuesto, editoriales y Cía son muy libres de seguir la estrategia de marketing que quieran pero... a mí como compradora sí me fastidia y reconozco que muchos libros no los compro por eso. Me espero a que pase el boom y si están en la biblioteca, me animo y si no, pues a otra cosa. Tiene que ser un libro que quiera mucho para olvidarme de todo el ruido alrededor.
      PD: Yo sí que me he reído con lo de que tendría que enfadarme más (no, por Dios, no puedo tomarme estas minucias tan en serio, la vida es otra cosa ;) ) y lo de presentarme a Presidenta (tampoco valdría, ya te imaginarás qué presidenta sería sin dejarme corromper :P)
      Un beso grande.

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