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31 de marzo de 2019

Louise Glück - Poemas

Leer a la poetisa Louise Glück y dejar que nazca, mitad sorprendida - mitad sarcástica, una sonrisa. Entre tanto ruido, dejemos que sigan hablando los poetas.

Mira, una mariposa.
¿Pediste un deseo?
Uno no pide deseos a las mariposas
Tú hazlo.
¿Pediste uno?
Sí.
Pues no cuenta.


La terquedad de Penélope

Un pájaro llega a la ventana. Es un error
considerarlos solamente 
pájaros, muy a menudo son
mensajeros. Por eso, una vez 
se precipitan sobre el alfeizar, se quedan
perfectamente quietos, para burlarse
de la paciencia, alzando la cabeza para cantar
pobrecita, pobrecita, un aviso
de cuatro notas, para volar luego
del alfeizar al olivar como una nube oscura.

¿Pero quién enviaría a una criatura tan liviana
a juzgar mi vida? Tengo ideas profundas
y mi memoria es larga; ¿por qué iba a enviar esa libertad
cuando tengo humanidad? Aquellos
que tienen el corazón más diminuto son dueños
de la mayor libertad.


El dolor de Circe
Circe - Wright Barker

Finalmente, me di a conocer
a tu mujer como lo haría
un dios, en su propia casa, en
Ítaca, una voz
incorpórea: ella
detuvo su labor, giró la cabeza
primero a la derecha, luego izquierda
aunque era inútil por supuesto
seguirle el rastro a ese sonido hasta
cualquier fuente objetiva: dudo
que vaya a regresar a su telar
con lo que ahora sabe. Cuando
la vuelvas a ver, dile 
que así es como un dios se despide:
si me quedo en su cabeza para siempre
permaneceré en tu vida para siempre.


LOUISE GLÜCK

2 comentarios:

  1. ¿Sabes?
    Mi interés por la poesía en los últimos años ha sido gracias a ti.
    A estas entradas que nos dejas de vez en cuando.
    A tus fotos en Instagram.
    A tu manera de sentirla.

    Y eso creo que es bonito, lo siento como un regalo que me haces.

    ¡Mua!

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  2. Cada vez que vengo aquí buscando paz mental, me encuentro con cada sorpresa... Me da vergüenza decir que no conocía a Louise Glück, pero puedo decirte que los tres poemas que has escogido para presentarla me bastan para querer leerla. El primero me ha flipado porque es como una colleja de esas que espabilan. El segundo, ni que decir tiene que yo escucho Penelope y ya estoy alerta, mi Atwood ha creado un pequeño monstruito odiseico jijiji
    Gracias Lidi, siempre porque tu manera de mirar alrededor es como uno de estos poemas que nos has puesto, y me encanta.
    ¡Un besazo!

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