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30 de julio de 2018

#Si la belleza salvara al mundo

Llevo semanas pensando en la cantidad de información que recibimos, el bombardeo de malas noticias: la avalancha de inmigrantes y refugiados escapando de una muerte segura -algunos encontrándola en esa huida-, la falta de humanidad por parte de los poderes políticos y económicos (y demasiados conciudadanos); que cada día se hable de agresiones sexuales, asesinatos de mujeres, valoraciones sobre lo que una mujer puede o no hacer porque seguimos siendo ciudadanas de segunda. La derecha enseñando peligrosamente el colmillo en nuestro país. Ciudadanos cantando el cara al sol en el valle de los Caídos y exigiendo que no muevan al dictador de su monumento a la infamia. Dirigentes internacionales, Trumps del mundo sin corazón, con el poder de decidir sobre las vidas de otros. La crisis de los rohingyas. África y sus imágenes que hablan de pobreza, guerrillas, saqueos y violaciones... Y no me olvido de las cosas que te tocan de cerca, las pequeñas decepciones personales. Hay días que me puede el desaliento y no es para menos.

No sé qué haría si no existiera algo con qué compensarlo. Las cosas que me llenan, que me emocionan, que me importan, supongo, y que no tienen por qué coincidir con las de los demás.
Sigo a un fotógrafo en Instagram que, además de mostrar imágenes que definirían por sí solas la belleza, las acompaña de auténticas declaraciones de amor hacia su pareja y sus hijos. Ese amor del bueno, el que no es fingido ni impostado. El que se declara sin pudor, de manera sencilla, sin artificios.
Sigo a  gente que siente una pasión genuina por lo que hace, por la vida, por su trabajo -¡qué envidia me han dado siempre las personas creativas!-, por su familia... y te contagian con un par de frases, con una fotografía, con una ilustración, o con un post en un blog. Y siempre nos quedará el consuelo de los libros.

Pensaba estos días ¿no habría una forma de compensar todo lo que está mal? ¿Y si la belleza salvara al mundo? Yo que tantas veces he dicho que ni eso lo salvará. Pero sería un bonito deseo. Así que he pensado que agosto va a ser el mes de compartir cosas bellas y, para ello, voy a usar Instagram. Voy a compartir imágenes, una cada día, bajo el hashtag #silabellezasalvaraalmundo. Fotografías, fotogramas, pinturas... Sé que no cambiará nada, pero espero llenar mi agosto de imágenes que transmitan algo positivo.

Y hablando de cosas bellas, no podía no dejaros alguna, en forma de poemas.



EL AMOR ESTÁ EN LO QUE TENDEMOS...

El amor está en lo que tendemos
(puentes, palabras).

El amor está en todo lo que izamos
(risas, banderas).

Y en lo que combatimos
(noche, vacío)
por verdadero amor.

El amor está en cuanto levantamos
(torres, promesas).

En cuanto recogemos y sembramos
(hijos, futuro).

Y en las ruinas de lo que abatimos
(desposesión, mentira)
por verdadero amor.

José Ángel Valente



EL PARAISO DEL GLADIADOR

Estoy enamorado
de tus ojos.
El resto de ti es
simplemente
un combate en la arena:
el paraíso
de cualquier gladiador

Los hijos de Bob Dylan
Gordon E. McNeer

7 comentarios:

  1. Ese desaliento nos invade a todos en algún momento, al menos a los que tenemos conciencia. No puedo estar más de acuerdo contigo y me parece una iniciativa maravillosa. 😊
    Un abrazo enorme!!

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    Respuestas
    1. ¡Gracias, Inés!
      Dos semanas después puedo decir que no fue mala idea del todo ;)
      Un beso.

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  2. Creo que no eres consciente de las cosas bonitas que salen de esa cabeza tuya. Esto solo es una muestra más. Me comprometo a compartir contigo (durante el mes de agosto) todas las cosas pequeñitas que me hagan sonreír. Voy a ir preparando la cámara de fotos ;)

    ¡Mua!

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    Respuestas
    1. Mónica, nos tenemos que poner las pilas las dos con lo de compartir más cosas pequeñitas que te hagan sonreír...
      Agosto aún no ha terminado, a ver si me das una alegría antes de que acabe el mes :)
      Un beso enorme.

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  3. El mundo tiene muchas cosas hermosas y personas maravillosas, pero no sé por qué la mayoría de las veces la atención se centra en lo feo.
    Hay que recuperar la belleza.

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    Respuestas
    1. Recuperar la belleza, quedarse con lo bueno... Deberíamos de poder compensarlo. Porque "lo feo" ya viene solo, sin buscarlo...
      Un beso.

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