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27 de febrero de 2017

Valiente Vera, pequeña Sara


VALIENTE VERA, PEQUEÑA SARA


Neïra - Andrea Longarela

Edición impresa y ebook
Autopublicado
(2017)




Sentimental
Romántica Contemporánea


SINOPSIS

Vera, Sara y Alexander eran inseparables. Siendo adolescentes, habían establecido un vínculo especial, una amistad inquebrantable; habían trenzado sus vidas con nudos en apariencia irrompibles. ¿Por qué entonces, en la actualidad, Sara se siente sola? ¿Por qué hace años que no está cara a cara con ninguno de los dos? ¿Por qué los veranos en el lago ya no son tan mágicos como en algún momento fueron? ¿Por qué resulta tan fácil romper las promesas? Dos hermanas, un chico y el lago como único testigo de una historia que marcó la vida de cada uno de ellos. 
Una novela sobre esas decisiones cobardes que tomamos en algún momento, pero también sobre personas valientes que les hacen frente. Sobre esa amistad profunda que se forja en la juventud y que sobrevive incluso al paso más cruel del tiempo. Sobre el miedo, el rencor, el fracaso. Pero también sobre el amor; el amor por la familia, por los amigos, por el hogar, por aquellas personas que poseen la capacidad de hacer que tu mundo gire o deje de hacerlo. Sobre un amor de verano y sobre el amor de toda una vida.


Esto no es una reseña, ni un análisis de lectura ni nada que se le parezca. Hoy solo quiero hablar de lo que he sentido leyendo Valiente Vera,  pequeña Sara.

No voy a referirme a la trama porque creo que, con la sinopsis, Neïra ya dice lo suficiente. Porque se trata de eso: cuánto menos sepas de esta historia, más te emocionará, más la disfrutarás.

Leer Valiente Vera, pequeña Sara es leer una novela de personajes, sentimientos y sensaciones. Es una novela de vida, de interiorizar ese mensaje que grita entre sus páginas: vivir el presente. Asumir el pasado y dejar de obsesionarnos por el futuro. 
No creo que exista una carta de presentación más acertada que esa sinopsis, porque dice exactamente de qué va esta historia. Sus temas principales. Os lo vuelvo a poner:

Una novela sobre esas decisiones cobardes que tomamos en algún momento, pero también sobre personas valientes que les hacen frente. Sobre esa amistad profunda que se forja en la juventud y que sobrevive incluso al paso más cruel del tiempo. Sobre el miedo, el rencor, el fracaso. Pero también sobre el amor; el amor por la familia, por los amigos, por el hogar, por aquellas personas que poseen la capacidad de hacer que tu mundo gire o deje de hacerlo. Sobre un amor de verano y sobre el amor de toda una vida.

Y para ello, para desarrollar todos estos temas universales, Neïra nos ha traído a Vera, Alex y Sara. Y no me olvido de Yago, un secundario que mantiene una relación muy especial con las chicas de esta novela.

Supongo que no había mejor lugar para hablarnos de ellos que un sitio idílico, apartado, uno de esos parajes en los que se para el tiempo. El lago, el embarcadero y una casa en ruinas que necesita convertirse en algo nuevo. Esta historia no sería la misma si ocurriera en otro lugar o en otro tiempo. El verano está muy presente en ella y supongo que será la época ideal para releerla. Neïra ha conseguido transportarme, hacerme sentir la calidez del sol veraniego, la frescura de los baños en el lago, las sensaciones que produce entrar en una casa decorada de manera especial. Me ha hecho sentir los colores, percibir los olores, la música... saborearlo todo.

—¡Venga, Sara! Tres, dos… ¡uno!

—¡Salta, valiente!

Y, gritando las palabras de Vera que siempre funcionaban como empuje, me suelto y el agua me rodea, sintiéndome libre, tranquila, a salvo. Feliz.


He llegado al final. Os confesaré que no soy una lectora de lágrima fácil. Me cuesta encariñarme con los protagonistas de ficción, me incomodan las escenas demasiado idílicas o excesivamente dulces (son las que me sacan a golpes y me convierten en una espectadora escéptica e incrédula). Mientras preparaba esta entrada buscaba una buena definición de la palabra conmover y he encontrado esta:

Conmover: Hacer (especialmente una persona mediante una demostración de cariño, un acto de amor, etc.) que una persona se emocione hasta el punto de despertarle deseos de llorar.

Eso es lo que ha conseguido Neïra a través de Sara y Vera. Y no solo me despertó deseos de llorar, lo hice sin ningún reparo. Con sus pequeños detalles, con sus grandes mensajes que puede que no sean nuevos u originales, pero son los que nos ayudan cada día a seguir en este mundo de locos. 

Leed Valiente Vera, pequeña Sara y comprobad qué despierta en vosotros. No creo que podáis conseguir que algo, algún detalle, alguna decisión de Vera, Sara y Alex no os toque el corazón.

Gracias, Andrea Longarela-Neïra, por hacerlo posible. Por autopublicar esta historia y no dejarla en un cajón. Por dejar que toda esa sensibilidad quedara impresa en papel. Por hacerme sentir nostalgia de una época sin la presencia de nuevas tecnologías.
Gracias, Mónica Brandon, por acompañarme de nuevo en esta lectura. Por callar cuando me adelantabas y yo te transmitía mi ansia por saber y el miedo a que no se cumplieran las expectativas. Por decirme: tú-solo-disfrútalo. Por acompañarme en las redes, y por ser la culpable -con tu entusiasmo y tu poder de persuasión- de que un día decidiera leer a esa chica autopublicada y un poco indie que empezaba a hacerse un hueco en este mundillo. Este viaje emocional también es por tu culpa. En esta entrada se resume el significado de la palabra Serendipia.
Podéis leer la reseña de Miss Brandon pinchando aquí.

8 comentarios:

  1. Qué guay ha sido poder disfrutar esta historia contigo, comentarla, sentirla y compartirla.
    La foto que has elegido para acompañar el texto es perfecta, le viene como anillo al dedo al fragmento que has resaltado. Te ha quedado genial.

    Ayyy, es que te leo y vuelvo a darle vueltas a la historia ♥ Me parece que cuando llegue el calorcito la voy a releer :)

    ¡Mua!

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    1. Gracias, Mónica.
      Completamente de acuerdo. Leer es una experiencia solitaria, así que yo la disfruto muchísimo cuando puedo compartir, comentar, incluso intentar sonsacarte y que te resistas a spoilearme.
      Es lectura perfecta para verano. Seguro que también cae. ;)
      Un beso.

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  2. Ayyy Lidia, como te entiendo cuando dices que no nos traes una reseña propiamente dicha, es que yo creo que a mí me pasaría igual, sino todo eso que has sentido al leerlo, me encanta :)
    Tanto tu comentario en GR como lo que cuentas aquí, es precioso, esos veranos que a mí también me hacen sentirme identificada, ese vivir sin tanta tecnología como hoy en día, a veces se echa de menos, esa amistad que se crea para no perderla jamás y ese lago que ha creado Neïra, qué bonito!! Este libro ha hecho mella en mí, se me ha quedado muy adentro, esas frases que encierran la más absoluta verdad... he puesto mil post-its ❤️
    Lo releeré seguro, tal como ha dicho Mónica, ay Mónica, qué gracias a ella descubrí a Neïra, un día de verano con Oliva y Mario, siempre le estaré agradecida, por eso y por haberme hecho conocer a gente especial y fantástica!!
    Un beso enorme!!!

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    1. ¡Hola, Elena!
      Yo creo que el secreto de esta historia está justo en lo identificados que podemos sentirnos algunas generaciones, pero también en los valores que tiene cabida en ella, en la ternura, en el amor que desprende aun cuando trata temas difíciles.
      Como bien dices, Mónica tiene mucha culpa (bendita culpa) de habernos puesto a muchas en el camino de las otras. Y, eso (y no deja de ser irónico), es de las cosas que hay que agradecerle a las nuevas tecnologías.
      Siempre me hace feliz tenerte por aquí o leerte por GR y comprobar que tú también has vivido intensamente tal o cual historia.
      Todo está conectado. ;)
      Un beso grande, Elena, y gracias por dejar aquí un poquito de ti.

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  3. Esto no puede ser, Lidia, vengo de la reseña de Mónica, ahora leo tu entrada y... yo solo quiero que llegue el fin de semana para olvidarme de todo y encerrarme en la historia de Sara, Vera y Alex, sin interrupciones, sin tener que cerrar el libro al cabo de media hora. Solo quiero sentirlo y disfrutarlo como sé que se merece, y al leerte no hago más que reafirmarme... Bendita culpa la de Mónica, como le dices a Elena, por descubrirme a Neïra una mañana de agosto :)

    GRACIAS por compartir tantas y tantas historias con nosotras. A pesar de que estoy desaparecida, voy leyendo en la sombra todas tus entradas en mis momentos de desconexión, y si ya le tenía ganas a "El último baile"... no te imaginas ahora. ¡Un beso grande, Lidia!

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    1. ¡Hola, Carol!
      Lo primero: ¿sabes cuánto se te echa de menos? No... no tienes ni idea.
      Yo contaba al menos con tus entradas de lectura mensual, o con esas en las que traías alguna novela y nos hablabas un poquito de ti... Repito, se te echa de menos. Por favor, no tardes en volver.
      Sobre la novela de Neïra: sé que te ponemos los dientes largos pero también te diré que haces muy bien dejándola para disfrutarla en condiciones, no a saltos que te sepan a poco. Yo me la dejé reservada para el fin de semana y fue una gran decisión ;)
      Gracias a ti por tus palabras, por buscar un hueco en tu apretadísima agenda llena de novedades para pasar por aquí y encima, dejar un comentario. Lo único que tiene un valor incalculable es el tiempo de la gente, así que imagina cuánto estimo vuestras visitas.
      Ahora solo falta que esas lecturas por las que yo tengo debilidad también dejen huella en ti. (¡Estoy ansiosa por saber qué te parece El último baile!)
      Un beso enorme.

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  4. Hola Lidia!
    Pues yo también vengo de la reseña de Mónica... Había visto ya que las dos habíais publicado reseña, pero hasta hoy no he podido escribiros.
    Pues naada, que supongo que yo también caí en esa tendencia que crea Mónica y leí a Neïra en agosto. Lo que pasa es que a mi no me convenció demasiado la historia de Oliva y Mario.
    Las reseñas que os habéis marcado tú y Mónica me dicen que lea si o sí "Valiente Vera, pequeña Sara". Y lo haré. Y os contaré.
    Beso.

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    1. ¡Hola, M. Angeles! Qué conste que yo no he leído la de Oliva y Mario, porque creo que no es una historia que pueda ir con mis gustos. Pero sí me convenció la bilogía de Daniela y Luca y, sobre todo, Valiente Vera.
      Léela. Estoy segura de que te va a gustar. No solo por la historia que hay detrás, sino por la cantidad de referencias que nos acercan a nuestra generación...(por ser del ´79 me incluyo en la generación de los ´80 ;) )
      Un beso.

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