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23 de diciembre de 2018

Hay ángeles que buscan playas abandonadas donde olvidar el cielo

2018 toca a su fin y he estado dejando rezagada esta última entrada del año: un poco por falta de tiempo, un poco porque la actualidad te pide hablar de otros temas pero la energía que te queda prefieres invertirla en cosas que no te desgasten más.
Creo que llevo semanas intentando despedirme de este año y no voy a añadir más a lo que he dicho en mis últimas entradas, porque toca hablar de lecturas y quiero cerrar el año lector como merece.

<<Hay ángeles que buscan
playas abandonadas donde olvidar el cielo>>
                                 Benjamín Prado

El título de esta entrada no está elegida al azar. Cambio ángeles por lectores, playas abandonadas por libros, cielo por realidad.

Cuántas veces hemos pensado que los libros nos salvan, nos enseñan, nos emocionan. Todo eso han hecho las lecturas de las que voy a hablar. Las que, por unas razones u otras, me parece que deben ser destacadas de todas las de este año (68 en total, según mi Goodreads).

Por emocionarme

Con el paso del tiempo voy siendo más consciente de que soy una lectora de género sentimental. Puedo disfrutar con una novela de casi cualquier género pero, si consigo conectar, aquellas que permanecen en mi memoria son las novelas sentimentales o lo que yo considero como tal.

Llámame por tu nombre es una delicia para los sentidos y para quienes disfrutamos de cierta narrativa, de una manera de contar historias. 
Por si me oyes es, sin lugar a dudas, la novela con la que más he disfrutado, sentido, conectado y en la que se ha quedado mi corazón. Buen corazón, quebranta mala ventura.
Quédate conmigo será siempre la novela a la que le debo una reseña, aquella que recomiendo en cuanto tengo oportunidad. Por su originalidad, por la valentía de esta autora nigeriana, por los estados de ánimo por los que te lleva y por conseguir que no quisiera soltarla hasta su sorprendente desenlace.
Nadina o la atracción del vacío, tan bien acompañada de las anteriores. Porque si hablo de ella, entonces, tiene que ocupar este rincón donde gobiernan las emociones. Cuando has abandonado casi totalmente un género como el romántico, volver a él resulta casi un esfuerzo. Sin embargo, con Marisa Sicilia se convierte en un placer. Nadina, Mathieu y Dmitry me trajeron de vuelta a un espacio donde cada sentimiento, cada detalle, cada emoción se hace real, donde son posibles las segundas oportunidades. Acudir junto a su autora a la presentación en Madrid fue un auténtico bonus track. 






Reparar a los vivos y El cielo oblicuo no podían no estar porque a veces no es solo lo que te cuentan, sino cómo lo hacen. 

Reparar a los vivos trata sobre la pérdida de un hijo, la despedida de su cuerpo para que éste, sus órganos, puedan salvar la vida de quienes esperan un trasplante.

El cielo oblicuo trata sobre la maternidad y la no-maternidad de una manera que resulta poética y preciosa.



Por enseñarme 

Suite francesa me hizo acercarme con mayor precisión a Irène Némirovsky y a la Francia ocupada por los nazis. Siempre me resulta curioso constatar que aprendemos más de la historia con una novela que con un manual. Es más fácil ponerse en la piel de otra persona que limitarte a recopilar datos. 
La voz dormida me enseñó a entender por qué es tan necesaria la Ley de Memoria Histórica, la importancia de no perder de vista de dónde venimos como país. La guerra civil, la posguerra, los represaliados... esa venda histórica que escritoras como Dulce Chacón intentan eliminar.
Medio sol amarillo ha sido mi primera toma de contacto con la Chimamanda Ngozi novelista. Y no me ha defraudado. La autora habla del nacimiento y fracaso que supuso la República de Biafra con un estilo muy personal, a veces crudo, sin medias tintas. 


                                                    

Sarajevo 1992-2008 
Gervasio Sánchez

Uno de los temas que se me grabaron a fuego cuando leí La palabra más hermosa de Margaret Mazzantini fue el conflicto de los Balcanes. Bosnia, Sarajevo, Srebrenica comenzaron a ser lugares conocidos. Presté atención entonces a los periodistas de guerra. Arturo Pérez-Reverte, Mercedes Gallego, Olga Rodríguez, Jon Sistiaga...
Gervasio Sánchez forma parte de aquellos periodistas que hoy ya son considerados auténticos veteranos. El 10 de noviembre tuve el privilegio de asistir a un Taller intensivo que impartía Gervasio Sánchez en Azuqueca de Henares. Creo que hay pocas experiencias comparables a compartir el mismo espacio y poder escuchar a un profesional al que admiras por su sinceridad, su implicación y compromiso pero, especialmente, por su humanidad. Este año también me ha regalado eso y es una de las cosas que hacen que al día siguiente, saturada la retina de imágenes de lo mejor y lo peor del ser humano, te sientas una persona diferente, que tu mochila personal y emocional pese un poco más. Y además de todo eso, me traje Sarajevo 1992-2008: una recopilación fotográfica de Gervasio Sánchez que muestra el antes y el después, los mismos lugares heridos por la guerra y retratados 16 años después.


Por darme qué pensar


Ante todo, no hagas daño podría describirlo como mitad tratado médico, mitad tratado de vida. Empecé la lectura animada por las recomendaciones que hablaban de Henry Marsh como un neurocirujano brillante con un discurso muy humano. Al principio pensé que no era para tanto pero, después de terminarlo, estuve días volviendo a él, a todo lo que hay de reflexión sobre la enfermedad, el miedo a morir, el miedo a vivir sin calidad de vida, lo importante de cada gesto, de la compasión, del trato médico. Ha sido una grata sorpresa y me parece una lectura muy recomendable (mucho más si además estudias o ejerces la medicina, que no es mi caso y aun así lo disfruté mucho).




Laëtitia o el fin de los hombres no podía no estar entre las lecturas destacadas de 2018. Por lo exhaustivo de la investigación sobre el secuestro y asesinato de la joven francesa Laëtitia Perrais, por el discurso que presenta sobre la violencia, la educación, la familia, las fallas del sistema si perteneces a cierta clase social baja, el rédito político de ciertos dirigentes ante casos tan mediáticos (y que me llevan a pensar en la actualidad de nuestro país). 
Una lectura que no deja indiferente. 


Podría cerrar aquí esta entrada pero no me voy a olvidar de lo importante que ha sido (la música y) la poesía este año para mí. O quizá deba decir que lo ha sido descubrir a Ben Clark, Mary Oliver, Karmelo C. Iribarren, Benjamín Prado, Chantal Maillard, Wislawa Szymborska... La poesía me ha ayudado a canalizar estados de ánimos, a ponerle palabras a sensaciones para las que yo no tenía. 

Puede que el año no empezara bien, pero ha merecido la pena persistir, permanecer. Ha merecido la pena aceptar todo lo bueno que me ha traído 2018 y hacerlo de la mano de quienes han estado y me han acompañado a las duras y a las maduras. Sí, ha sido un buen año. Espero que para vosotros también. 

Si queréis, nos encontramos el año que viene. Hasta entonces, 

¡Felices Fiestas y Felices Lecturas!


<<Sé paciente con todo aquello que esté sin resolver en tu corazón e intenta amar las preguntas en sí mismas. No busques las respuestas, no se te pueden dar, pues no serías capaz de vivirlas. Y la clave está en vivirlo todo. Vive las preguntas ahora. Quizá, poco a poco, sin percatarte, vivas hasta llegar, un día lejano, a la respuesta>>


                                                                      Rainer María Rilke (Cartas a un joven poeta)











10 comentarios:

  1. Hola, Lidia
    Sabes que comparto tu pasión por Marisa Sicilia, y ya últimamente no coincidimos mucho en lecturas, yo erre que erre sigo con lo mío, que a terca no me gana nadie jajaja
    Justo ayer vi la adaptación de Suite Francesa y me pareció una historia muy real y muy bonita al mismo tiempo. No sé cuánto libro hay plasmado en la película, pero lo dejo anotado
    No soy muy de navidades, pero te deseo que pases unos días muy felices y que, sobre todo, empieces un nuevo año estupendo, que ya verás que el 2019 será genial. Tengo ese presentimiento
    Un besote ♥

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    1. ¡Hola, Pepa!
      Compartimos pasión por Marisa y es cierto que no coincidimos en lecturas, pero que conste que me gustaría mucho tener tu perseverancia ;)
      Vi la película de Suite francesa y he de decirte que es una adaptación un poco "libre" de la novela (aunque disfruté mucho con la fotografía y los escenarios).
      Que conste que yo tampoco disfruto especialmente de estos días (salvo por lo que suponen de descanso) pero me parece un buen momento para mostrar nuestros mejores deseos hacia los demás... lo necesitamos en estos tiempos tan oscuros.
      Ojalá se cumpla ese presentimiento, solo me queda desearte lo mejor para el año que entra. Siempre me parece un honor tenerte cerca en el camino.
      Te mando un beso enorme. ♥♥♥

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  2. ¡Qué buen broche para terminar el año como te mereces, por todo lo alto, Lidia!
    Coincido en alguna de tus mejores lecturas (Nadina, Quédate conmigo... Sin embargo, Llámame por tu nombre me decepcionó un poco: es uno de esos casos excepcionales en que me pareció mejor la película que el libro). No te has privado de nada! ;-) Ensayo, poesía, música, y hasta periodismo de guerra... Gervasio fue nuestro padrino y referente en el diario digital de periodismo solidario que pusimos en marcha hace... mejor ni lo pienso (ya no existe). Personas como él son imprescindibles para contar ese otro mundo que no vemos o no interesa ver.
    Creo que después de este 2018 tan enriquecedor, es imposible que el 2019 no sea mejor todavía.
    Besotes!

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    1. Siempre que creo que no puedes sorprenderme con nada más, lo haces: qué anécdota tan bonita la de Gervasio Sánchez ♥
      Es cierto que no me he privado de nada, creo que ha estado bien centrarse en todo lo que me enriquece y me llena y dejar un poco de lado todo lo demás. Nunca tuvo tanto sentido aquello de: la experiencia es un grado.
      Ojalá 2019 sea mejor. Me conformo con no perder a nadie que aprecio por el camino, con seguir disfrutando de nuestras tertulias, con seguir compartiendo todo aquello que nos hace felices, que nos emociona.
      Gracias por tus buenos deseos, María. Estoy segura de que a ti también te esperan cosas muy bonitas. Ya sabes, no te pierdo la pista.
      ¡Un beso!

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  3. Ya sabes que "Por si me oyes" fue una gran lectura, que también me arañó el alma un poquito. Del resto, poco o nada puedo decir pero me ha gustado mucho las sensaciones que tú has vivido y has tenido a bien compartir con los demás.

    Te deseo un fin de año y una entrada del siguiente libre de nostalgias y decepciones, y cargada de momentazos y lecturas.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Esther
      Fíjate, este año también me ha traído tu blog y tu cuenta en IG y gracias a ello (y a Miss Brandon) he tenido una de mis mejores lecturas de 2018.
      Muchas gracias por tus buenos deseos, por acompañarme y espero que se cumpla lo que dices: ojalá podamos compartir más entradas hablando de aquello que nos hace sentir bien.
      Te deseo una muy feliz entrada al 2019 y que éste venga cargado también para ti de grandes momentos y mejores lecturas.
      Nos vemos en el nuevo año. ¡Un beso!

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  4. Leerte es volver a vivir todas esas sensaciones: por emocionarme, por enseñarme, por darme qué pensar... Ha sido un año de emociones fuertes y de decisiones difíciles, pero aquí estamos ¿y verdad que eso es mucho? Vamos a por otro, Lidia. ¡Gracias siempre por todo y muy, muy feliz año!

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    1. Es cierto que ha sido una año de decisiones difíciles pero también nos ha traído ¡tanto bueno! (acabo de pasar por tu blog y leer el comentario de María Montesinos y vuelvo a sentirme muy afortunada de formar parte también de eso, de las tertulias, las charlas en la Feria del libro, las conversaciones a deshoras..., gracias a vosotras). Porque al final del año, lo que queda son los momentos que han sumado y en mi caso han sido muchos y sería muy egoísta no reconocer que siguen siendo muy valiosos para mí.
      Así que yo también estoy lista para lo que venga el próximo año, porque sé que habrá muchos momentos que celebrar. ♥
      Gracias a ti, siempre, por formar parte de mi vida y regalarme tanto.
      ¡Feliz año, Marisa!

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  5. Qué bonito lo has contado este año, le has dado una vuelta de tuerca al top anual haciéndolo más tuyo que nunca ♥. (Me ha sorprendido no ver en la lista "Yo te quise más").

    Qué bonito ha sido compartir otro año juntas. Lecturas, presentaciones, visitas fugaces... me lo guardo todo en la cajita de lo mejor del año.

    Qué bonito tener el privilegio de llamarte amiga, Lidi.

    Feliz año.
    ¡Mua!

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    1. Hola, Moni. ¡Feliz 2019!
      Tuve "Yo te quise más" en duda hasta el último momento y, a veces, pienso que no debía haberla dejado fuera (creo que es culpa de que hayan pasado tantos meses de su lectura y pierden fuerza -injustamente- con el paso del tiempo).
      Ha sido bonito compartir otro año, permanecer, saber que estás siempre.
      Al nuevo año le pido que, al menos, no me quite nada de eso.
      Créeme cuando te digo que el privilegio es mío.
      Un beso enorme.

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