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14 de junio de 2020

Mi vida en la carretera - Gloria Steinem

En realidad, no sabemos qué decisiones del presente condicionarán el futuro. Pero tenemos que actuar como si todo lo que hacemos importara. Porque podría ser así. 
Como decía mi madre: «La democracia es una semilla que sólo se puede plantar allá donde estés»


Ni pena ni miedo, es la frase que el poeta Raúl Zurita hizo excavar en el desierto de Atacama, tiene 3.140 metros de longitud y solo puede verse desde el aire.
Me gusta lo que representa, eso de pensar en la posibilidad de una vida sin pena ni miedo, donde sentimientos así no gobernaran  nuestras decisiones.

He pensado en ello al terminar Mi vida en la carretera, de Gloria Steinem. La editorial Alpha Decay resume bastante bien en la sinopsis lo que vamos a encontrar entre sus páginas.

«Cuando la gente me pregunta por qué aún mantengo la esperanza y mi energía después de todos estos años, siempre digo lo mismo: “porque viajo”. Emprender un camino, y con esto quiero decir que sea el camino quien te lleve a ti, ha cambiado mi forma de ser. La carretera es complicada, de la misma forma en que la vida es complicada. Nos aleja de la negación y nos conduce a la realidad, nos aparta de la teoría y nos lleva a la práctica, elimina las precauciones y te pone en marcha, te hace abandonar la estadística para entrar de lleno en las historias. En otras palabras, te saca de tu cabeza y se adentra en tu corazón.»

Gloria Steinem tuvo una infancia itinerante. Cuando era pequeña, su padre solía meter a toda la familia en el coche y conducir, cada otoño, a lo largo de Estados Unidos en busca de aventuras para ganarse la vida. Y así se plantó la semilla: Steinem se dio cuenta de que crecer no tenía por qué significar estar siempre en el mismo lugar. Así comenzó una vida dedicada al viaje, al activismo y al liderazgo, a escuchar las voces de quienes inspiran el cambio y la revolución. Mi vida en la carretera es la historia amena, conmovedora y profunda de cómo Gloria fue creciendo, y con ella también creció el movimiento revolucionario por la igualdad, desde su primera experiencia de activismo feminista en India a su trabajo como periodista en los años sesenta; del torbellino de las campañas electorales a la fundación de la revista Ms.

Con una prosa rica y reveladora, Gloria nos recuerda que, si vivimos con la mente abierta, atentos y siempre «en la carretera», podemos cambiar, aprender sobre nosotros mismos y entender a los demás.


Me ha resultado bastante enriquecedor leer esta especie de memorias-diario de momentos históricos de mano de esta activista feminista la misma semana que se archivaba el caso 8M: la investigación por un presunto delito de prevaricación al permitirse la manifestación previa a la crisis del coronavirus. La misma semana en la que un periódico sacaba en portada en grandes letras mayúsculas: "Abofeteé a J.K.Rowling y no me arrepiento", palabras del ex-marido de la famosa escritora de la saga Harry Potter. La misma semana en que dicha escritora ha sido también linchada en twitter y acusada de TERF, es decir, de transfobia. Quizá también influya que ya tenía la sangre caliente con la irrisoria condena a los miembros de la manada por su agresión en Pozoblanco, o la sentencia que nos llegó de Argentina en la que absolvían  a seis hombres acusados de violar en grupo a una menor de 16 años alegando que actuaron por "desahogo sexual".

Veréis, a mí hay veces que me dan ganas de tirar la toalla, de no mojarme, de optar por el esta guerra no es mía o el no merece la pena pringarse. Y lo digo porque a pesar de lo que haya podido parecer en el pasado, la polémica me gusta lo justo. Lo que espero conseguir cuando denuncio algo que considero injusto es hacer reflexionar, no tener que estar defendiéndome, ni sentir la condescendencia de ciertos comentarios o ver que hay quien aquí opina una cosa y luego hace otra muy diferente. No por nada sigo sin tener WhatsApp ni Twitter.  Yo creo que ambos me acortarían la vida.
Pero un día lees a Gloria Steinem e inmediatamente piensas en que hay personas como ella que están aquí para cambiar vidas, para mejorarlas o, al menos, para tomar conciencia de lo que ocurre a nuestro alrededor. Simplemente te das cuenta de que la inacción no es una opción.

«Recordad: "Por un clavo se perdió una herradura, por ésta se perdió un caballo, por éste un jinete, por éste se perdió una batalla, y por ésta se perdió la guerra". Esta parábola debería servir de mantra para todos los que opinan que su voto no cuenta.»

Gloria Steinem ha dedicado toda su vida a escuchar a mujeres y a darles voz donde no la tenían. A dar charlas y recaudar fondos para causas particulares o para candidat@s políticas. En su libro, Steinem habla sobre temas muy diversos: desde el sexto sentido que los taxistas tienen con la política y el voto de los ciudadanos, la lucha de las azafatas de vuelo por mejorar su estatus personal y laboral, la situación de las mujeres en los campus universitarios, la importancia de militar políticamente y la de poner en valor a las diferentes comunidades nativas. No negaré que me he perdido en ciertos momentos, quizá por la diversidad de temas que es capaz de abarcar en tan pocas páginas.

«Me he dado cuenta de que el conflicto estimula a los grandes líderes políticos. A mí, en cambio, me estimula escuchar historias ajenas y tratar de dar con soluciones que satisfagan a todos. Ésta es la labor de una activista.»

Menciona también la polémica que se generó entre ella y Betty Friedan, la autora de La mística de la feminidad. Buscando información sobre ello me encuentro con que HBO emite una serie llamada Mrs. America donde se pone de relieve el enfrentamiento que ambas mantuvieron, a pesar de dirigir sus esfuerzos hacia un mismo objetivo: la aprobación de la Enmienda de Igualdad de Derechos.

Quienes opinan que el feminismo es una moda, deberían leer a Gloria Steinem. No importa el tiempo que pase, los mismos problemas a los que se enfrentaba ella y sus contemporáneas, las mismas tristes anécdotas que hablan de discursos políticos que intentan mantener el control sobre el cuerpo de la mujer y de las manifestaciones en contra del movimiento feminista, siguen en nuestros días. Las mismas muestras machistas en los medios de comunicación en forma de titulares que buscan el descrédito de ciertas figuras feministas, las mismas fricciones que dividen al movimiento, la misma falta de justicia, la misma injusticia racial...

«En las elecciones presidenciales de 2008, el presentador derechista Rush Limbaugh se opone a la candidatura demócrata de Hillary Clinton acusándola de llevar trajes con pantalón para ocultar unas piernas "feas", mientras que aplaude a Sarah Palin como candidata a la vicepresidencia de los republicanos por llevar faldas que lucen sus "buenas" piernas.»


«El nombre del órgano vaticano que investiga a las monjas es la Congregación para la Doctrina de la Fe, el mismo que encabezó la Inquisición, conocida como el Holocausto femenino porque nada menos que ocho millones de mujeres curanderas y lideresas de la Europa precristiana fueron asesinadas mediante torturas y quemadas en la hoguera a lo largo de más de cinco siglos. Su principal pecado fue el de transmitir los conocimientos de hierbas abortivas que permitían a las mujeres decidir si querían parir, y en qué momento.»


Citaba al principio la frase de Raúl Zurita porque estoy segura de que la vida de Gloria Steinem no habrá sido un camino de rosas. Ella misma menciona las veces que tuvo que enfrentarse a grupos antiabortistas que la llamaron asesina y a medios de comunicación que obviaban su discurso para poner en valor su físico. Sin embargo, ahí está todo un legado para las nuevas generaciones. Y a mí me ha recordado que hay causas e ideas que merecen ser defendidas y que necesitan de todos los medios disponibles para darles voz o para ser denunciadas. Y deberíamos hacerlo sin pena, ni miedo.




6 comentarios:

  1. ¿Sabes que en Nicaragua la palabra "pena" significa Vergüenza? No estoy segura si en Chile también tiene el mismo significado pero creo que en esta frase, por todo lo que implica, le va estupendamente.

    Para mí GLoria, es un referente, de lucha incansable de seguir adelante a pesar de, como bien dices, todos los obstáculos que se ha tenido que encontrar en el camino. Si los tenemos ahora y son realmente frustrantes, no quiero imaginar lo que supuso luchar en aquella época donde teníamos menos derechos que en la actualidad y menos respaldo.

    Te entiendo perfectamente cuando dices que hay veces que te dan ganas de tirar la toalla y que se hunda el mundo, y es que creo que todas nos hemos sentido así en algún momento, más con estas sentencias horribles que siguen poniendo de manifiesto la falta que le hace a la judicatura (y a la carrera de Derecho en general) formación en cuanto a género y derechos de las mujeres. Pero luego lees estos testimonios, ves que a tu alrededor tienes respaldo, hablas con otras mujeres que sienten de la misma manera, y parece que todo se alinea para volver al mundo, ese que queremos cambiar a mejor y la lucha sigue.

    Gracias una vez más por hacer de estos domingos de tranquilidad, un lugar de reflexión y donde sentirnos en casa, Lidi.

    ¡Un besazo enorme!

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    1. Hola, Ani
      No conocía a Gloria y lo cierto es que me he quedado con ganas de saber mucho más de ella y de lo que ha supuesto para el feminismo en EEUU. Me ha parecido bastante razonable y también alguien a quien admirar como "referente". No sé si compartiría todo, pero creo que en lo básico estamos bastante de acuerdo.

      Me pasa como a ti. Lees noticias y ves cosas sin sentido pero luego hay personas y organizaciones que lo compensan y te hacen pensar que rendirse no es una opción.

      Mil gracias por pasar por aquí. Y por tu aportación sobre lo de Nicaragua... qué curioso el lenguaje...
      Un beso.

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    2. Iba a comentar más abajo, pero lo de la pena/vergüenza me ha traído hasta aquí, ¡qué curioso! He buscado un poco y no parece que en Chile tenga esa acepción, pero sí que usan "penar" con otro significado que no conocía: cuando ves de repente a alguien que hacía mucho que no veías (como los fantasmas que se aparecen), así que a lo chileno os cuento que por aquí ando, penando y opinando ;) que no suelo aparecerme mucho por blogger, pero hoy tocaba :)

      Gracias por presentarme a Gloria Steinem, como siempre, todo lo que apuntas es superinteresante.

      Aprovecho para hablar de JK Rowling, por mi parte me encantan sus libros, pero en lo que ha dicho no coincido para nada y, además, cuando alguien me dice que Dumbledore es un icono gay (por ejemplo) me cabreo mucho (como muchos otros) porque que el mago más poderoso del mundo, el que no teme ni al que no debe ser nombrado, viva dentro del armario no es un buen modelo a seguir, es el clavo de la herradura que elimina al caballo y hace perder la guerra ;)

      Un abrazo muy fuerte

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  2. Holaaa...
    Como siempre una entrada curradísima, que no deja indiferente y que te hace reflexionar. A mi casi me has dado una guantada en la cara mostrándome todas esas noticias de las que estoy totalmente a ciegas por no estar al día, por casi ni encender la tele y por no mantenerme en contacto con lo que sucede en el mundo. Hablas de que la inacción no es una opción, y yo me digo, ¡si ni siquiera me estoy enterando! y me siento aún peor... Supongo que estoy pasando por un momento en el que dispongo de tan poco tiempo libre que lo uso casi siempre para desconectar y creo que eso no ayuda demasiado...Espero que cambie pronto.
    Y ya hablando de Mi vida en la carretera, es admirable como, por suerte, hay mujeres que luchan contra viento y marea para luchar por los derechos del resto de mujeres. Sin duda Gloria Steinem lo es. Digo "por suerte" porque no sé, tengo la idea de que aunque todas las mujeres debemos luchar por la igualdad del modo en que podamos, del modo que esté a nuestro alcance, veo en algunas mujeres de la historia y también en otras actuales como una pasta especial que las hace luchadoras natas. Y las admiro muchísimo porque sin duda no es un camino fácil. Tu tienes un poquito (o mucho) de ello.
    Me ha encantado esto: "Cuando la gente me pregunta por qué aún mantengo la esperanza y mi energía después de todos estos años, siempre digo lo mismo: “porque viajo”". Qué fuerza.
    Besooo.

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    1. Hola M. Ángeles
      Como tengo un poco de información privilegiada te diré: con una vida como la tuya no te sientas culpable por no estar "al tanto" de todo lo que ocurre. Aquí cada una lo hace lo mejor que puede ;)
      Me ha impresionado justo lo que comentas: esa lucha que entablan todas las mujeres en favor del resto, sin tener en cuenta clase social, raza, nacionalidad, etc... Nuestros privilegios se los debemos a ellas. Te agradezco eso de compartir esa parte de "lucha", no olvides que tú misma también estás en ello cada día.

      Para una persona como tú, que ha viajado y lo sigue haciendo debe ser muy inspiradora esa frase que mencionas, sobre la esperanza y la energía gracias a la posibilidad de viajar.
      Qué bueno tenerte por aquí.
      Un beso.

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  3. Hola, bonita.

    Excelente también esta entrada. Me ha entusiasmado la parábola que has citado del libro, más razón que un santo. Lo que hay que hacer es hacernos TRIBU y luchar en conjunto. Es muy difícil hacerlo cuando no hay justicia para gentuza como esta que narras, pero hay que seguir intentándolo.

    Creo que no me animo con el libro, pero me ha encantado leerte y me hago una idea. Gracias.

    Besis.

    p.D. : Como he leído todas estas entradas seguidas, te he mandado besos ya para un mes, jeje.

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