
Lo que no me ha enseñado nadie es a mirar hacia otro lado, a conformarme con lo que hay o a pensar en que todo vale. Supongo que por eso, cada día, me cuesta más callar y transigir.
Cuando empecé con este blog, todo me parecía una aventura maravillosa. Tenía un hueco donde poder hablar de lo que me gusta, compartir una afición, contarla. Era lo que hacían aquellos blogs que yo seguía y sigo todavía.
Luego empiezas a conocer lo que hay detrás del telón. Asistes a algunos eventos, hablas en petit comité sobre lo que hay detrás de la industria editorial y te sumerges en las redes sociales. Y todo ese mundo color de rosa explota en tu cara y te muestra el verdadero rostro.
Después de todo este tiempo he llegado a una conclusión: El éxito es para los mediocres.
- Estamos en ese punto en el que se permite que haya bloggers que extorsionan a los autores y a las editoriales.
Extorsión. 1. f. Presión que se ejerce sobre alguien mediante amenazas para obligarlo a actuar de determinada manera y obtener así dinero u otro beneficio.
2. f. Trastorno o perjuicio.
Transformad la palabra amenaza en "ofrecimiento para hacer una bonita reseña en el blog, ya que la editorial no le envía ningún ejemplar". ¿Sabéis qué ocurre cuando esa extorsión se consiente? Que pasa a ser costumbre y que, si el chantajista es listo, puede incluso convencerte de que está prestando un servicio público, de que está ayudando al autor a darse a conocer. Nunca mencionan su verdadera intención: conseguir libros gratis y aspirar a ser alguien en la red. A ver si empezamos a hablar claro.
Es hora de que editoriales y autores empiecen a plantearse si ceder al chantaje merece la pena.
- Estamos en ese punto en el que las editoriales entran en el juego y ceden ejemplares de cortesía a cualquiera que les haga un comentario o lo enseñen en un vídeo de dos minutos. Señores de las editoriales, luego no se quejen.
- Estamos en ese punto en que lo que prima es el postureo y el amiguismo. Nada se cuestiona. Todo vale. Desde inventar premios, comentar para que te comenten, arrasar en el Natura/Ikea/Casa para adquirir el atrezzo que acompañará al libro en cuestión y convertirte en artista fotográfico (y al libro en un modelo de revista, obviando lo importante: el contenido), copiar las estrategias de los blogs de referencia e incluso el plagio de entradas... Es el juego de la araña, se trata de tejer una red lo suficientemente amplia para luego poder aprovecharte de ella. Y funciona. Ni siquiera necesitas tener talento, solo un club de seguidores. Si eres blogger, estás leyendo esto y te das por aludido, antes de defenderte piensa en que no ofende quien quiere, sino quien puede. Piensa en cuanto de verdad hay en mis palabras.
- Y, por último, estamos en ese punto en el que ni siquiera necesitas escribir bien para vender. Cada día se publican un sinfín de novelas. Dirígete al público adecuado y te lloverán las estrellas y las oportunidades.
No creo que exista un público selectivo. Creo que hay un sector muy amplio de gente que lee lo que le echen, así, sin correcciones, sin grandes tramas. Y me parece bien. Pero lo que no pienso consentir es que ese "escritor super ventas" me diga que su mediocridad queda suplida por las ventas. A otro perro con ese hueso.
Acaba de salir el Programa del VII Encuentro RA de este año 2017, que tendrá lugar el 10 y 11 de febrero en Madrid. Las inscripciones se abrieron el 02 de diciembre. Es el único evento que obliga a inscribirse a los asistentes y a abonar la inscripción previamente, sin que éstos sepan lo que van a encontrarse y sin que se conozca en qué se invierte el dinero de la entrada (a 17 € por cabeza, con un mínimo de 500 asistentes, una Antología en la que los autores que participan no cobran por sus derechos... id haciendo cuentas). Luego, claro, llegan las decepciones. Y, siempre, te sirve para confirmar sospechas (aquí también podemos hablar de amiguismo, postureo y connivencia editorial).
Llegará el día en que, coincidir con otros lectores y escritores, no compensará y este teatro termine. Señoras organizadoras del RA, cuando eso ocurra, no busquen excusas.
Si después de leer todo esto, confirmar que es verdad (pasead por la blogosfera, Instagram, Facebook o Amazon), no creéis que haya acertado en el título de la entrada... voy a necesitar que me expliquéis por qué no. Y, sí, podréis decirme que no todo es así, que hay excepciones.
Las excepciones son las que hacen que no cierre este rincón, que no me largue de aquí harta de lo que veo y leo cada día. Cada bendito día.
Las excepciones (todas esas personas con las que comparto opinión y me desahogo en privado, todas esas novelas que me enseñan que detrás hay un profesional, todos esos bloggers que no utilizan la red como un negocio bajo la excusa de que es como un trabajo) hacen que seguir aquí merezca la pena. Aun cuando siga creyendo que el éxito es para los mediocres.